AMar deue el Rey, ala Reyna
ſsu muger, por tres razones. La primera, porq̃ el e ella por ca
ſsamiẽto
ſsegũd nr̃a ley
ſson como vna co
ſsa, de manera que
ſse nõ puedẽ partir,
ſsi nõ por muerte, o por otras co
ſsas ciertas,
ſsegund mãda
ſsanta egle
ſsia. La
ſsegũda, por q̃ ella
ſsolamẽte, deue
ſser
ſsegũd derecho,
ſsu cõpañera enlos
ſsabores, e ẽ los plazeres. Otro
ſsi ella ha de
ſser,
ſsu aparcera enlos pe
ſsa res, e enlos cuydados. La tercera, porq̃ el linaje q̃ della ha, o e
ſspera auer, q̃ finque ẽ
ſsu lugar de
ſspues de
ſsu muerte. Hõrrar la deue otro
ſsi por tres razones. La primera, porque pues ella es vna co
ſsa con el, quãto mas honrrada fuere, tãto es el mas hõrrado por ella. La
ſsegunda, porq̃ quanto mas la honrrare, tãto aura ella mayor razon de querer
ſsiẽpre
ſsu biẽ, e
ſsu honrra, La tercera, porque
ſseyẽdo ella honrrada,
ſserã los fijos que della ouiere mas hõrra dos, e mas nobles. E otro
ſsi la deue guardar por tres razones. La primera, porque non deue auer mas de a ella,
a ſsegũd ley, e porende la deue guardar, que la aya a
ſsu pro, e q̃ la nõ pierda. La
ſsegũda razõ, porque deue
ſser guardada es, que nõ diga nin faga cõtra ella, nin dexe fazer a otro ninguna co
ſsa, que
ſsea
ſsin razõ, ni otro
ſsi de carrera a ella porque lo faga. La tercera razõ, porq̃ deue
ſser mucho guardada es, porque los fijos que della
ſsalierẽ
ſsean mas ciertos. Onde el rey que de
ſsta gui
ſsa honrrare, e amare, e guardare a
ſsu muger,
ſsera el amado, e honrrado, e guar dado della, e dara ende buẽ enxemplo a todos los de
ſsu tierra. Mas para fazer o
ſstas co
ſsas, biẽ e cũplidamente, ha mene
ſster, q̃ le de tal compañia de omes, e de mugeres, que amen e temã a dios, e
ſsepan guardar la honrra del, e della. Ca naturalmẽte, non puede
ſser que nõ aprenda ome mucho de aquellos cõ quiẽ biue cotidianamẽte. E por e
ſsto dixo Caton el
ſsabio en ca
ſstigando
ſsu fijo,
ſsi qui
ſsieres aprender biẽ aue vida con los buenos. E e
ſsſso mi
ſsmo dixo el rey Salomon, en manera de ca
ſstigo, q̃ el q̃ ouie
ſsſse
ſsabor de fazer biẽ que
ſse acõpaña
ſsſse cõ los buenos e
ſse arredra
ſsſse delos malos. Ca el q̃ la
ſsu cõpa ñia
ſsigue nõ puede
ſser que non tome de
ſsus co
ſstũbres. biẽ a
ſssi como el que tañe la pez regalada, que por fuerça
ſse ha de manzillar delia.
b