Titulo. V. Qual deue el Rey ſser en ſsus obras.

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OBrar es coſsa que cumple e acaba lo que ome pienſsa, e razona. Onde pues q̃ en el titulo ante deſste, fablamos de qual deue el Rey ſser en ſsus palabras, queremos aqui dezir qual cõuiene que ſsea en ſsus obras. E moſstraremos que quiere de zir obras. E por que ha aſssi nome. E quan tas maneras ſson della. E a que tiene pro quando bien ſse faze. E a que daño quan do non es fecha como deue. E eſsto ſse mueſstra complidamente por las leyes deſste titulo.

Ley. I. Que coſsa es obra, e quantas maneras ſson della.

OBra es coſsa que ſse comiença e ſse faze e ſse acaba por fe cho, e tomaſsſse de vna palabra, de latin, a que dizen opus, que quiere tãto dezir como obra. E ſson tres maneras della. La primera ſse faze dentro en el ome, aſssi como para go uernamiento del cuerpo, e para fazer linaje. La ſsegunda es, de fuera, aſssi como el comer e beuer: e en el contenẽte. La tercera es en maneras e en coſstũbres, e en las | otras bondades, aque llaman virtudes, o en lo contrario dellas.

Ley. II. Como el Rey ha de ſser meſsurado en comer e en beuer.

ENtiempo conueniente a leue el rey comer e beuer cada q̃ lo pudieſsſse fazer, aſsſsi q̃ non ſsea temprano nin tarde. E otroſsi que non coma ſsi nõ quãdo ouiere ſsabor, e de tales coſsas, quel tengan rezio, e ſsano, e non embarguẽ el entendimiento. E eſsto que gelo den bien adobado, e apueſstamente: ca ſsegun dixeron los ſsabios, el comer fue pueſsto, para beuir, e nõ el beuir, para el comer. b E aũ dixeron, que vna delas noblezas, quel Rey deue auer, enſsi, es de gouernar ſse biẽ e apueſstamente, ea ſsu pro. E eſsto dixo el rey Salomon, c biẽ auẽturada es la tierra, que ha noble rey por ſseñor e los mayorales della, comẽ enlas ſsazones, q̃ deuen, mas por mantenimiẽto de ſsus cuerpos, q̃ por otra ſsobejania. E delos que cõtra eſsto fazen, dixo, ay dela tierra, de q̃ el rey es niño, e los mayorales della: comen de mañana. E ſsemejança de niño puſso, por que los niños, mas cobdician comer, q̃ otra coſsa. E el beuer, dezimos q̃ es vna delas coſsas, del mundo, de q̃ el rey ſse deue mucho guardar, porq̃ eſsto, non ſse deue fazer, ſsi non enlas ſsazones, q̃ fuere me neſster al cuerpo e aun entonce, muy me ſsundamente. d Ca mucho ſseria coſsa ſsin razon, q̃ aquel aquien Dios dio poder, ſsobre todos los omes, q̃ ſson en ſsu ſseñorio, q̃ dexe alvino apoderar de ſsi. Ca el beuer q̃ es ſsobejano, ſsaca al ome, delas aoſsas, q̃ le conuiene, e faze le fazer, las q̃ ſson deſsaguiſsadas. E por eſsta razon, vſsauan los antiguos, que non dieſsſsen vino, a los Reyes, e faſsta que fueſsſsen de edad, f e aun entõce mẽſsuradamẽte, e tẽplado. E eſsto fazian porque el vino, ha grãd poder, g e es coſsa, que obra contra toda bondad. Ca el faze, alos omes, deſsconoſscer a dios e aſssi miſsmos, e deſscobrir las poridades h e mudar los juyzios, e cãbiar los pleytos. e ſsacar los de juſsticia, e de derecho. E aun ſsin todo eſsto, enflaqueſsce el cuerpo del ome, e menguale el ſseſso, e fazele caer en muchas enfermedades, e morir mas ayna, que deuia. Onde los reyes, que eſsto non cataſsſsen, dar les ye Dios eneſste mũdo, por pena, i muchas enfermedades, e peſsares, e enel otro, fazer les ye, como aquellos, que toman vida de beſstias, e dexan la delos omes.

Ley. III. Que el Rey deue guardar, en que lugar faze linaje.

VIles, e deſsconuenientes mugeres, non deue el rey q̃rer para fazer linaje, como ꝗer q̃ naturalmẽte, deua cobdiciar de auer tijos, que finquẽ en ſsu lugar, aſssi como los otros omes. E deſsto ſse deuẽ guardar, por dos razones. La vna por q̃ nõ enuilezcã la nobleza de ſsu linaje. E la otra q̃ nõ los faga, en lugares, do non cõuiene, Ca entõce, enuileſsce el rey ſsu li. naje, quãdo vſsa de viles mugeres, o de muchas, k porque ſsi ouiere fijos dellas, nõ ſsera el tan hõrrado, nin ſsu ſseñorio: e demas, que los nõ auria derechamente, ſsegund la ley mãda. E ſsiguiẽdo mucho las mugeres, l eneſsta manera, auiene ende grãd daño, al cuerpo, e pierde ſse por y el anima, que ſson dos coſsas, que eſstã mal a todo ome, e mayormente al Rey. | E porende dixo el Rey Salomon, a el vino, e las mugeres, quãdo mucho lo vſsan fazen a los ſsabios, renegar a Dios. Otro ſsi en lugar es deſsconuenientes, deue el Rey mucho guardar, de fazer linaje, aſssi como en ſsus parientas, o con ſsus cuñadas, o mugeres de religion: o caſsadas. Ca ſsin el pecado muy grande, que y ya ze (quãto a Dios) e la muy fea e mal eſstança, quanto al mundo, los fijos, q̃ naſscen de tales mugeres, non ſse puedẽ moſstrar manifieſstamente ante los omes ſsin muy gran verguẽça de ſsi, e de quien los fizo. E eſsto feria, contra lo que dixo el Rey Dauid: b que a quien Dios bendize, aſssi han a eſstar los ſsus fijos, en dere dor, dela ſsu meſsa, como los ramos delas oliuas nueuas. Onde el Rey: quando deſsto non ſse quiſsiere guardar, menguar le ye Dios eneſste mundo la bondad, e el ſseſso, e non auria la bendicion que Dios prometio, a los q̃ le temieſsſsen, e auria en el otro, parte en las penas con los que paſsſsaron los mandamiẽ tos de Dios, dañando e enuileſsciendo ſsu linaje, el que Dios honrrara: e eſscogiera, para ſseruir ſse del.

Ley. IIII. Que el Rey deue fazer ſsus fechos, en buen continente.

NOn tan ſsolamente deue el Rey ſser guardado en las dos maneras de obra, que ſson de dentro del cuerpo, ſsegund moſstramos en las leyes ante deſsta, mas aun ſse deue guardar de otras dos q̃ ſson fuera: e veen cotidianamente los omes. E la primera de q̃ queremos agora fablar, es el contenente: ca eneſsto deue el Rey, ſser muy apueſsto, tan bien en ſsu andar, como eſstando en pie. Otroſsi en ſseyendo e en caualgando, e otro tal quando comiere, o beuiere, e otroſsi en ſsu yazer: e aun quando dixeſsſse alguna razon, ca el andar non con uiene que lo faga mucho aprieſsſsa, c nin mucho de vagar. E otroſsi eſstar mucho en pie, non deue ſsi non fueſsſse enla egleſsia, oyendo las oras, o por otra coſsa que non pudieſsſse eſscuſsar. Nin otroſsi non le eſstaria bien, ſseer mucho en vn lugar, o mudar ſse mucho a menudo, aſsſsentando ſse de vn lugar en otro. E quan do ſse yrguieſsſse nõ deue pararſse, mucho en fieſsto, nin acoruado. Eſsto miſsmo ſseria enel caualgar: e aun mas que lo nõ deue fazer por la villa mucho a prieſsſsa nin en camino muy de vagar. E en comer, e en beuer deue parar mientes que lo faga apueſstamẽte, porq̃ eſsta es coſsa en que ſse non pueden los omes bien guardar, por la gran cobdicia d que ha enellos. E porende deue el Rey ſser muy apercebido, que lo non faga mucho a prieſsſsa, nin otroſsi muy de vagar, e otro ſsi ſse deue guardar de yazer enatiamente. Nin aun quando yoguiere en ſsu lecho non deue yazer mucho encogido, nin atraueſsſsado como algunos que non ſsaben, do han de tener la cabeça nin los pies. Mas ſsobre todo deue guardar que faga buen contenente quando fablare, ſseñaladamente con la boca e con la cabeça, e con las manos que ſson miẽbros, que mucho mueuen los omes quando fablan. E porende ha de guardar que lo que quiſsiere dezir, que mas lo mueſstre por palabras que por ſseñales. Ca los ſsabios antiguos que pararõ mientes en todas las coſsas moſstraron que los Reyes deuen guardar todo eſsto que diximos, de manera que lo fagan apueſstamente. E eſsto por ſser mejor acoſstumbrados e mas nobles, que es coſsa, que les conuiene mucho, porque los omes toman exẽplo e dellos, delo que les veen fazer. E ſso bre eſsto dixerõ por ellos que ſson como eſspejo, en que los omes veen ſsu ſsemejança de apoſstura, o de enatyeza. E aun por otra razon ſse deuen guardar de non ſser deſsapueſstos eneſstas coſsas que diximos. E eſsto es por que peor pareſsceria a ellos, que a otros omes, e mas ayna les trauarian en ello. E demas, non podria ſser: q̃ gelo non caloñaſsſse Dios, enel otro mũdo: como a aquellos, que deuen ſser apueſstos, e nobles, por la gran apõſstura, e nobleza del Señor, cuyo lugar tienen, e ellos ſse fazen viles, en ſsi miſsmos, e dan exemplo alos otros, que lo ſsean.

Ley V. Que el Rey ſse deue veſstir muy apueſstamente.

VEſstiduras, f fazen mucho, conoſscer alos omes, por no bles, o por viles. E los ſsabios antiguos eſstableſscieron, que los Reyes: veſstieſsſsen paños de ſseda, con oro, e cõ piedras precioſsas, porq̃ los omes los puedan conoſscer: luego q̃ los vieſsſsen, amenos de preguntar por ellos. | E otroſsi los frenos, a e las ſsilias, en que ca ualgan las apoſsieſsſsen de oro: e de plata, e con piedras precioſsas. E a vn en las grandes fieſstas, quando fazian ſsus cortes: trayeſsſsen: coronas de oro, con piedras muy nobles, e ricamente obradas. E eſsto por dos razones. La vna, por la ſsignificança de claridad de nueſstro Señor Dios, cuyo lugar tienen en tierra. La otra por que los omes los conoſscieſsſsen, aſssi como de ſsuſso diximos para venir a ellos, para ſseruirlos, e honrrar los, e a pedir les merced. quando les fueſsſse me neſster. E porende todos eſstos guarnimientos honrrados, que diximos deuen ellos traer en los tiempos cõuenientes, e vſsar dellos apueſstamẽte, e otro ningũd b ome non deue prouar de los fazer: nin de los traer. E el que lo fizieſsſse, en manera de egualarſse al Rey e tomar de ſsu lugar, deue perder el cuerpo, e lo que ouiere: como aquel que ſse atreue, a tomar hõrra, e logar de ſsu Señor, non auiendo derecho, de lo fazer. E el Rey que gelo con ſsintieſsſse, ſsin la grand aboleza que faria, quel eſstaria mal en eſste mundo: demandar gelo ya Dios en el otro mundo, como a vaſsſsallo que non precia la honrra quel Señor le faze, nin vſsa della aſssi como deue, Pero ſsi alguno fizieſsſse contra lo que en eſsta ley dize por arrufadia o por deſsentẽdimiento deue le el Rey dar pena qual entendiere, que la mereſsce:

Ley. VI. Que el Rey deue ſser manſso, e que departimiento ha entre coſstumbres e maneras

COſstumbres, e maneras deue auer el Rey muy buenas, Ca maguer fueſsſse apueſsto en ſsu contenente, e en ſsus veſstiduras, c ſsi las coſstumbres, e las maneras non fueſsſsen buenas, vernia a grand deſsacordança en ſsus fechos, porque menguaria mucho en ſsu nobleza: e en ſsu apoſstura, E porende porque los omes tienen, que coſstumbres, e maneras, ſson vna coſsa, porque naſscen de vn lugar: quanto en fazer los omes ſsus fechos por ellas, nos queremos moſstrar que ay departimiento, ſsegund los ſsabios, antiguos dixeron, Ca las coſstumbres ſson las bondades quel el ome a en ſsi e gana por luengovſso las maneras ſson aquellas que el ome faze con ſsus manos por ſsabiduria natural, E eſstas dos virtudes, conuienẽ mucho al Rey: mas que a otro ome, para ſsaber biuir, apueſstamente e honrrado. E otroſsi para mantener bien ſsu pueblo, dando les buenos exem plos de ſsi miſsmos, moſstrando les carreras: para que fagan bien, ca non podria el conoſscer a Dios: nin le ſsabria temer nin amar, nin otroſsi bien guardar ſsu coraçõ nin ſsus palabras: nin ſsus obras, ſsegund diximos de ſsuſso en las otras leyes, nin bien mãtener ſsu pueblo: ſsi el coſstũbres e maneras buenas nõ ouieſsſse-E porende tambien los ſsantos, como los ſsabios antiguos, dixeron que el Rey deue auer en ſsi ſsiete bondades, a que ellos llamaron virtudes principales, que quiere tanto de zir como acabadas. Las tres ſson para ganar amor de Dios, e las quatro, para biuir en eſste mundo bien, e derechamente.

Lex. VII. Quales virtudes deue auer el Rey, para ganar amor de Dios.

VNa de las ſsiete virtudes, q̃ diximos en la ley ante deſsta es la fe. E ſseñalada mente es la primera de las tres, por que ome gana amor de Dios, creyendo firmemẽte la coſsa que non vee, d afirmãdo ſsu voluntad en ella bien como ſsi la vieſsſse. E eſsta faze a los omes conoſscer a Dios que non veen: e conoſsciendo creen en el. La ſsegunda es. eſsperança e: ca eſsta aduze alome, auer fiuzia de allegar cabo adelante aquello en que ha fe. E poreſsta ſson los omes ciertos que por el bien que fazen auran buen gualardon en eſste mun do e en el otro de Dios, e de los Señores terrenales. La tercera es charidad q̃ quiere tanto dezir como amor bueno e cõplido con que ome deue amar a Dios, e las otras coſsas con que ha debdo de biẽ Onde el que ha fe e eſsperança, e caridad es amado de dios, ede los omes. E elq̃ nõ las ha, auiene le todo el cõtrario deſsto.

Ley. VIII. Que virtudes deue auer el Rey: para beuir derechamente, en eſste mundo: e ſser bien acoſstumbrado.

COrdura a es la primera delas otras quatro virtudes que diximos enla tercera ley ante deſsta que ha el Rey mucho meneſster: para biuir eneſste mundo bien derechamente. Ca eſsta faze, ver las coſsas, e judgar las ciertamente: ſsegund ſson: e pueden ſser, e obrar enellas, como deue, e non rebato ſsamente, b La ſsegunda virtud, es temperança, que quier tanto dezir, como meſsura. Ca eſsta es coſsa, c que faze al ome biuir derechamente, non tomando, nin cambiando, nin vſsando, delas coſsas, mas delo que cumple, a ſsu natura, e perteneſsce a ſsu eſstado. La tercera virtud es fortaleza de coraçon. d Ca eſsta, faze el ome, amar el bien, e ſseguir lo e porfiar toda via en leuarlo adelante e aborreſscer el mal puñando ſsiempre, en lo desfazer. La quarta virtud es juſsticia, e es madre de todo bien: ca enella caben todas las otras e porende ayuntando los coraçones delos omes faze que ſsean aſssi como vna coſsa para biuir derechamente ſsegund mandamiento de Dios, e del ſseñor, departiendo e dando, a cada vno ſsu derecho, aſssi como mereſsce e le conuiene. Onde el Rey que ha en ſsi eſstas quatro virtudes, que eneſsta ley dize ha eſste no me verdaderamente porque obra en las coſsas aſssi como Rey derechero, deue fazer. E el que non lo faze ſsin la grand pena que nueſstro Señor Dios le dara en el otro ſsiglo como el tuuiere por bien: aura eneſste mundo que non ſsera tenido por cuerdo nin por firme, nin otroſsi, por meſsurado, nin por juſsticiero.

Ley. IX. Que coſsa deue el Rey vſsar, cotidianamente, para ſser acoſstumbrado bien.

VSar deue el Rey cotidianamente, dos coſsas para ſser te nido por de buenas coſstũbres. La primera que aya en ſsi ſsufrencia. f La ſsegunda que aya atempramiẽto e meſsura en la cobdicia. g E como quier, que en las leyes ante deſsta tanximos alguna coſsa dellas queremos lo agora moſstrar, mas cumplidamente e departir cada vna qual es e en que guiſsa deue el Rey dellas vſsar. Onde dezimos que ſsaña e yra e mal querencia ſson tres coſsas que como quier que | ſsemeja a los omes que es toda vna coſsa non es aſssi ante y ha grand departimiento. Ca ſsaña ſsegũd moſstro Ariſstoteles, a e los otros ſsabios tãto quiere dezir: como encendimiento de ſsangre que ſse leuanta a ſso ora: acerca del coraçõ: b del ome, por coſsas que vee, o oye: quel aborreſsce: o le peſsa: pero eſsta paſsſsa ayna. E yra, es mala voluntad, que naſsce todas las mas vegadas de la ſsaña, que ome ha, quando non puede, luego obrar della. E porende, ſse le arrayga, en el coraçon remembrando ſse de los peſsares que le fizieron, o le dixeron auiendo los ſsiempre, por nueuos. E mal querencia es aquella, que dura para ſsiempre, e fazeſsſse ſseñaladamente de la yra emuejeſscida, que ſse torna como en enemiſstad, e a eſsta llaman en latin, odium. c E porque deſstas tres coſsas: naſscen muy grandes males, en el mundo, quãdo los omes ſse acoſstumbrã: a vſsar dellas como non deuen: e porende los reyes ſse deuen mucho guardar: q̃ non yerrẽ vſsando de llas, cotidianamente, en logar, de buenas coſstũbres. E ſsobre eſsto dixo, vn cauallero, q̃ auia nome Valerio, d q̃ fue muy ſsabio: q̃ la ſsaña, e la yra: e la mal querencia, ſson tres coſsas, q̃ tormentan e mucho los coraçones de los omes: en que ſse apoderan de manera, que por la grand cobdicia, que han de complir, ſsus voluntades, contra aquellos, que quieren mal, biuen ſsiempre, en trabajo, e en peſsar a ſsechando tiempo, para les fazer mal, e cuydãdo en ello, fazen lo aſssi miſsmos, f ante q̃ lo puedan fazer, a los otros. E porende los Reyes ſse deuen deſsto guardar: mas que otros omes, porque ſson pueſstos en lugar de Dios, para complir la juſsticia, E eſsto, non podriã fazer, acabadamente, ſsideſstas tres coſsas: nonſse guardaſsſsen, e non podrian ellos ſser guardados de errar en eſsto mucho contra Dios, nin de caer en el daño quedeſstas tres coſsas naſsce.

Ley. X. que el Rey deue auer ſsufrencia: en la ſsaña, mas que otro.

MVcho ſse deuen los Reyes guardar de la ſsaña, e de la yra, e de la mal querencia, porque eſstas ſson contra las buenas coſstumbres. E la guarda, que deuen tomar en ſsi contra la ſsaña, es que ſsean ſsofridos, de guiſsa: que non les vença, nin ſse mueuan por ella, a fazer coſsa, que les eſste mal, o que ſsea con tra derecho, Ca lo que con ella, fizieſsſsen deſsta guiſsa, mas ſsemejaria vengãça que juſsticia, g E porende dixeron los ſsabios, que la ſsaña, embarga el coraçon del ome, de manera, quel non dexa eſscojer, la verdad, E demas deſsto, faze al ome tremer el cuerpo, e perder el ſseſso, h e cambiar la color, e mudar el contenente, e faze le enuejeſscer: ante de tiempo, e morir ante de ſsus dias. E porende, dixo el Rey Dauid, i enſseñad vos, mas non querades pecar. E eſsto dixo, por quel ome, naturalmente, non puede eſstar, que ſse non enſsañe, mas con todo eſsſso deue ſse guardar, que la ſsaña non le faga errar. E tanto tuuo eſste rey, por fuerte coſsa la ſsaña que adios miſsmo dixo k en ſsu coraçon, ſseñor quando fueres ſsañudo, non me quieras reprehender, nin ſseyendo yrado caſstigar. E por eſsto, deue el Rey ſsofrir ſse, en la ſsaña, faſsta que le ſsea paſsſsada, e quando lo fiziere, ſseguir ſse le ha grand pro, ca podra eſscojer la verdad, e fazer cõ derecho, loq̃ fiziere, e ſsi deſsta guiſsa nõ lo quiſsiere fazer ca era en ſsañade Dios, e de los omes, que ſson las dos mayores penas, que ſser pueden, porque deſstas naſscẽ todas tas otras, tan bien al anima, como al cuerpo.

Ley. XI. Que ſse deue el Rey guardar, de la yra, que non le faga errar

YRa luẽga, l non deue el Rey auer, pues que ha poder de vedar, luego las coſsas malfe chas, E eſsto pordos razones La primera, por non fazer daño a ſsu cuerpo: ca eſsta es vna de las coſsas del mundo, que peor le faze, ca della naſsce triſste za, m e luengos penſsamientos, que ſson dos coſsas, que embargã mucho la ſsalud | e el entendimiento a del ome, e apocan la vida. E poreſsto, dixo el Rey Salomõ b quel eſspiritu alegre, del ome, faze la ſsu vi da florida de fermoſsura, e el triſste, non tan ſsolamente cõſsume la carne mas deſsgaſsta los hueſsſsos. La ſsegunda razon es por no enuileſscer ſsu fecho, ca pues, que el ha poder de vedar las coſsas, mal fechas aſssi como ſsobre dicho es, ſsi lo non quiere fazer, e torna auer yra cõtra aquel que le mal fizo enuileſsce, porende ſsu fecho e da al otro oſsadia de fazer mal. ca por aquella yra luẽga: que toma, lo faze egual de ſsi. E porquela yra del Rey, es mas fuer te: e mas dañoſsa que la delos otros omes porque la puede, mas ayna cumplir, porende deue ſser, mas apercibido, quando la ouiere, en ſsaber la ſsofrir. Ca aſssi como dixo [c]el Rey Salomõ, a tal es la yra del rey como la braueza del leon: que ante el ſsu bramido, todas las otras beſstias tremen, e non ſsaben do ſse meter, E otro ſsi ante la yra del Rey, non ſsaben los omes que fazer: ca ſsiempre eſstan a ſsoſspecha de muer te. E porende dixo el miſsmo d que la yra del rey, es mandadero de muerte. E aun dixo en otro lugar q̃ quien biẽ ſsabe refre nar la ſsaña e la yra, eſste es ſseñor de ſsu volũtad: ꝗen es tal, es mas fuerte q̃ el q̃ vẽce las batallas, e prende por fuerça los caſstillos: e aun dixo el apoſstol Santiago: [e] que la yra del ome non dexa obrar la juſsticia, q̃ es coſsa de Dios. Eotro ſsi dixo el Apoſstol ſsan Pablo f caſstigãdo los omes: q̃ ſse guar daſsſsen de la yra: que es coſsa muy da ñoſsa, e de mas, peſsa a Dios mucho con ella-Porende non la deue el Rey auer, cõ tra los q̃ ſson ẽ ſsu poder, ca luego ha auẽgar cõ derecho, el mal q̃l fizierõ, o los ha a perdonar ſsi les quiſsiere fazer merced. E ſsi cõtra eſsto fizieſsſse, auria porende, a dios yrado, e ſseria mal quiſsto de los omes.

Ley. XII. Como ſse deue el Rey guardar de mal querencia.

MAl querencia, es la q̃ llaman en latin odiũ, q̃ quiere tanto dezir en Romance, como mala volũtad, q̃ eſsta toda via raygada enel coraçon del ome, E eſsta es, la tercera coſsa, de q̃ ſse deue el rey mucho guardar. Ca nõ la deue auer en ninguna manera, a quien non le mereſscieſsſse, porq̃: ca ſsi lo fizieſsſse, moſstrarſse ya por deſsconoſscido, e por ſsoberuio. Nin otro ſsi no la deue auer contra los que fizierenbiẽ, ca eneſsto ſsemoſstraria por embidioſso, epor ome que non ſse paga de bondad. Ni a vn no la deue auer a ningun ome por dicho de otri, amenos de ſser la coſsa prouada en ante, g ca ſsi lo fizieſsſse, moſstrar ſseya por ome de liuiano ſseſso, e por creedor de mezcla. Mas ſsin dubda, la deue auer, h contra los enemigos de la fe: O contra aquellos, que fazẽ al Rey, o al Reyno traycion. O contra los aleuoſsos, e los falſsarios. O contra los fazedores de los otros grandes yerros, que deuen ſser eſscarmentados entodas guiſsas ſsin ninguna merced. Ca el Rey contra los malos, quanto en ſsu maldad eſstouieren, ſsiempre les deue auer mata volũtad, porque ſsi deſsta guiſsa non lo fizieſsſse, non podria fazer juſsticia complidamente, nin tener ſsu tierra en paz, nin moſstrar ſse por bueno, Mas deue auer buena voluntad a los buenos, e querer que biuan en paz E faziẽdo aſssi, acordara con las palabras, que dixeron los angeles, i por mandado de Dios, alos paſstores, quãdo naſscio nueſstro ſseñor Ieſsu Chriſsto q̃ era fecho loor a Dios en los cielos, e dada enla tierra paz a los omes de buena volũtad. Onde el Rey q̃ de otra guiſsa ouieſsſse malquerẽcia: ſsi nõ como eneſsta ley dize, por derecha razon, ſseria mal quiſsto de Dios, e delos omes.

Ley. XIII. Como el Rey non deue cobdiciar a fazer coſsa que ſsea contra derecho.

CObdicia, es coſsa q̃ han en ſsi los omes naturalmẽte. E quien vſsa della como deue, e en las coſsas q̃ cõuiene, nõ es mal. E quãdo ſsale de ſsu lugar es ademas, e tornaſsſse a ſser la coſsa del mũdo peor, e es cõtra todas las buenas coſstumbres, ca aſssi como de ſsuſso es dicho: k ella es rayz de todos los males, e porende todos los omes del mundo, ſse deuen della guardar, mayormente, lo de uen fazer los reyes, que todas las coſsas de ſsu ſseñorio ſson en ſsu poder, para mãtener las, en juſsticia, e en derecho. E eſsta guarda deuẽ fazer, en tres maneras. La primera, q̃ nõ cobdicien coſsa, q̃ nõ podria ſser. La ſsegũda, lo q̃ nõ deue ſser. La tercera en el tiẽpo q̃ no cõuiene. E entõce cobdiciaria el Rey la coſsa q̃ nõ puede ſser quãdo cobdiciaſsſse fazer por maeſstria lo q̃ ſsegũ natura nõ pudieſsſse acabar, aſssi como alquimia l. | E deſsta guiſsa: darſse ya por deſsentendido e perderia ſsu tiempo: e ſsu auer.

Ley. XIIII. Como el Rey non deue cobdiciar a fazer coſsa que ſsea contra derecho: la qual ha de iuzgar ſsolo por poßible.

CObdiciar, non deue el Rey coſsa, q̃ ſsea contra derecho, ca ſsegũd, q̃ dixeron los ſsabios, q̃ fizierõ las leyes antiguas, tã poco la deue el Rey cobdiciar, como la q̃ nõ puede ſser ſsegũd natura. E cõ eſsto acuerda la palabra del noble Emperador Iuſstiniano, a q̃ dixo en razõ de ſsi: e de los otros Emperadores e reyes, que aquello era ſsu poder, que podria fazer con derecho. E para eſsto guardar el Rey, ha meneſster: que ſsea juſsticiero, b en ſsus fechos e meſsurado en ſsu deſspenſsas, e en ſsus dones, e non las fazer grandes: do nõ deuen, c Caſsi fuere juſsticiero: nõ aura cobdicia, de fazer coſsa, en que aya tuerto, nin mal eſstança: E ſseyendo meſsurado, nõ aura, porq̃ cobdiciar las coſsas ſsobejanas, e ſsin pro, e fara ſsegũd dixo d el rey Salomõ q̃ el rey juſsto, e amador de la juſsticia, endereça ſsu tierra, e el que es cobdicioſso ademas: eſsſse la deſstruye. E como quier, q̃l rey es ſseñor de ſsus pueblos: para mantener los en juſsticia, e ſseruirſse dellos: cõ todo eſsſso: guardar los deue, en manera, q̃ nõ le fallezcan quãdo meneſster los ouiere. Ca ſsegũd dixo Ariſstoteles a Alexãdre el mejor teſsoro q̃ el rey ha, e el q̃ mas tar de ſse pierde, es el pueblo: quãdo bien es guardado. E con eſsto acuerda lo que dixo el Emperador Iuſstiniano, q̃ entonce ſson el reyno, e la camara del Emperador o del rey, ricos e abondados, quãdo ſsus vaſsſsallos, ſson ricos, e ſsu tierra abõdada. E por eſstas razones q̃ de ſsuſso diximos: nõ ha el Rey porque auer cobdicia de gran des riquezas. Ca ſsegũd dixo otroſsi, e el o me q̃ es muy cobdicioſso, mete ſsu caſsa ẽ triſsteza: e en deſsacuerdo. E a vn dixo el miſsmo en otro lugar, f que la cobdicia, quando es ademas, deſstruye e deſsgaſstael pcnſsamiento del ome, de guiſsa que non ſsabe que es mcſsura, nin comienço, nin fin, en cobdiciar las riq̃zas. Ca maguer aya allegado muchas dellas: non le cumplen, ante deſsſsea toda via g de auer mas, e aſssi biue ſsiempre, como mendigo, e en pobreza. E ſsobre eſsto dixo Valerio el ſsabio: que el ome ſse deue mucho guardar de la cobdicia. Ca ella faze a los que la han ha de mas buſscar ganancias, e aueres eſscõdidos: que ſson dañoſsos, e con pecado, e los manifieſstos con tuerto, e con mal eſstança. E porque quando la cobdicia es ademas, ſsiguenſse della todos eſstos males ſsobre dichos, e otros muchos, porende ſse deuen los omes mucho della guardar, e mayormente los Reyes, por el lugar hõrrado, e poderoſso que tienen. Ca ſsi ellos non ſse guardaſsſsen, de cobdiciar las coſsas que non deuen, ſsin la pena que Dios les daria por ello, non podria ſser, que los omes: non ouieſsſsen de cobdiciar el mal e daño dellos:

Ley. XV. Como el Rey non deue auer cobdicia de fazer las coſsas enel tiempo que non deuen ſser fechas, como las coſsas del plazer en tiempo de peſsas: e por el contrario.

COnueniẽte, non ſseyendo el tiempo, para fazer las coſsas: non deue el Rey cobdiciar que ſseã fechas en el. E entonce faria eſsto, quando quiſsieſsſse dexar la coſsa, que de fazer ouieſsſse por otra que non conuenieſsſse ſser fecha en aquella ſsazon, aſssi como en el tiempo que deuieſsſse folgar, querer trabajar: o en el tiempo del trabajo, querer folgar. Ca bien aſssi, como el que toma grand trabajo, h en el tiempo que deue folgar, non ſse puede eſscuſsar, que non venga por ello, a enfermedad, o a muerte: e otro ſsi enel tiempo del trabajo, ſsi ſse quiſsieſsſse echar a folgar, non puede ſser que non reſsciba porende grand daño, o deſshonrra. E porende dixo el Rey Salomon, que todas las coſsas han ſsus tiempos ordenados, en que ſse deuen fazer, e en que ſse acaban. Mas vn tiempo feñalado non pueden auer todas las coſsas. Onde el Rey, que contra eſsto fizieſsſse, non podria ſser que non cayeſsſse en los peligros ſsobre dichos, lo que eſstaria peor a el que a otro ome, e de mas ſseria contra buenas coſstumbres.

Ley. XVI. Como el Rey, deue ſser acucioſso, en aprender a leer, o de los ſsaberes, lo que podiere.

ACucioſso deue el Rey ſser, en aprender los ſsaberes: ca por ellos entẽdera las coſsas de Reyes, e ſsabra mejor obrar enellas. E otro ſsi por ſsaber leer, ſsabra mejor guardar ſsus poridades, e ſser ſseñor dellas: lo q̃ de otra guiſsa nõ po|dria bien fazer. Ca por la mengua de nõ ſsaber eſstas coſsas, auria por fuerça ame ter otro cõligo, que lo ſsopieſsſse. E poder le ya auenir, lo q̃ dixo el Rey Salomõ a q̃ el que mete ſsu poridad en poder deo tro, faze ſse ſsu ſsieruo, e quiẽ la ſsabe guardar, es ſseñor de ſsu coraço lo q̃ conuiene mucho al Rey. E aũ ſsin todo eſsto, por la eſscriptura, entendera mejor la fe, e ſsabra mas cõplidamente rogar a Dios. E a vn por el leer puede el miſsmo ſsaber, los fechos granados q̃ paſsſsaron, de q̃ aprenda muchas buenas coſstũbres e enxẽplos, E nõ tan ſsolamẽte, touierõ por bien los ſsabios antiguos: q̃ los Reyes ſsopieſsſsen leer: mas aunq̃ aprẽdieſsſsen de todos los ſsabe res, b para poder aprouechar ſse dellos: E eneſsta razon dixo el rey Dauid, c conſsejã do a los reyes q̃ fueſsſsen entendidos e ſsabidores, pues q̃ ellos hã a juzgar la tierra. E eſsſso miſsmo dixo el rey Salomon d ſsu fijo, q̃ los reyes aprẽdieſsſsen los ſsaberes, e nõ los oluidaſsſsen: ca por ellos auia a juzgar: e a mãtener las gẽtes. E Boecio q̃ fue muy ſsabio cauallero dixo: que non con uiene tanto a otro ome como el rey de ſsaber los buenos ſsaberes, porque la ſsu ſsabiduria, es muy aprouechoſsa a ſsu gente, como que por ella han a ſser mantenidos con derecho. Ca ſsin dubda, tan grand fecho como eſste: non lo podria ningun ome cumplir, a menos de buen entendimiento, e de grand ſsabiduria: Onde el rey que deſspreciaſsſse de aprender los ſsaberes, deſspreciaria a Dios, de quien vienẽ todos, ſsegund dixo el Rey Salomon, e q̃ todos los ſsaberes vienen de Dios, e con el ſson ſsiempre. E aũ deſspreciaria aſssi miſsmo: ca pues que por ſsaber quiſso dios, q̃ ſse eſstremaſsſse el entendimiento de los omes del de las beſstias, e quanto el ome menos ouieſsſse dellos, tanto menor departimiento auria entre el, e las animalias. E el Rey que eſsto fizieſsſse, auenir leya, lo que dixo el rey Dauid: f el ome quando es en honrra, enon la entiende, fazeſse ſsemejante de las beſstias, e es a tal como ellas.

Ley. XVII. Como el Rey ſse deue trabajar en conoſscerlos omes.

SAber conoſscer los omes es vna de las coſsas de q̃el rey ma: ſse deue trabajar: ca pues q̃ con ellos ha de fazer todos ſsus fechos, meneſster es, que los conoſsca bien. E eſsta conoſscencia, ha de ſser en tres maneras. La primera, de que linaje g vienen. La ſsegunda, de que coſstumbres, e de que maneras ſson. La tercera, que fechos fizieron. Ca ſsi eſsto non ſsupiere, non ſsabra ciertamente, en qual guiſsa, ha de fazer vida en tre ellos, nin a quales ha de honrrar, e de fazer bien, o de quales ſse ha de guardar, E los ſsabios antiguos ſse acordaron en eſsto, que mas conuiene al rey eſsta conoſscencia, que a los otros omes, para ſsaber acada vno honrrar, e tener en el eſstado que el mereſsce. Onde el rey que aſssi non lo fizieſsſse, por fuerça aurian ellos de deſsconoſscer le, e a ſser contra el, pues que a los buenos non fizieſsſse bien, e alos malos puſsieſsſse, en buen eſstado, h

Ley. XVIII. Como deue ſser el Rey graciado, e franco.

GRande es la virtud de la frãqueza, que eſsta bien atodo ome poderoſso, e ſseñaladamente al rey, quando vſsa della, en tiempo que conuiene, e como deue. E porende dixo Ariſstoteles a Alexandre, que el que vſsaſsſse, e punaſsſse de auer en ſsi franqueza, que por ella ganaria mas ayna el amor, i e los coraçones de la gente. E porque pudieſsſse mejor obrar deſsta bondad eſspaladinole que coſsa es. E dixo, que franqueza k es dar al que lo ha meneſster, e al que lo mereſsce: ſsegund el poder del dador, dando de lo ſsuyo, e non tomando de lo ageno, para dar lo a otri. Ca el que da mas de lo que puede, nõ es franco, mas es gaſstador: e de mas aura por fuerça a tomar de lo ageno, quando lo ſsuyo non le compliere. E ſsi de la vna parte ganare amigos por lo q̃ les diere, de la otra ſser le han enemigos aquellos aquien lo tomare. E otro ſsi dixo, que el que da, al que lo non ha meneſster, q̃ nõ le es agradeſscido, es tal, como el que vierte agua en la mar, e el q̃ lo da al q̃ lo non mereſsce es como el q̃ guiſsa, al ſsu enemigo contra el.

Lex. XIX. Como el Rey deue ſser mañoſso.

APrender deue el Rey otras maneras, ſsin las que diximos en las leyes ante deſsta, que con|uiene mucho. E eſstas ſson en dos maneras, las vnas que tañen en fecho de armas para ayudar ſse dellas quando meneſster fuere: e las otras para auer ſsabor, e plazer, con que pueda mejor ſsofrir los trabajos, e los peſsares, quando los ouiere. Ca en fecho de caualleria: conuiene que ſsea ſsabidor, para poder mejor amparar lo ſsuyo, e conquerir lo delos enemigos. E porende, deue ſsaber caualgar bien, e apueſstamente, e vſsar toda ma nera de armas, tambien de aquellas que ha de veſstir para guardar ſsu cuerpo: como delas otras, con que ſse ha de ayudar. E aquellas que ſson para guarda, ha las de traer, e de vſsar, para poder las me jor ſsofrir, quando fuere meneſster, de manera, que por agrauamiento dellas, non caya en peligro, nin en verguença. e delas que ſson para lidiar, aſssi como la lança, e el eſspada, e porra, e las otras con que los omes lidian amanteniente, ha de ſser muy mañoſso, para ferir con ellas. E todas eſstas armas q̃ dicho auemos, tambien delas que ha de veſstir, como delas otras, ha meneſster que las tenga tales, que el ſse apodere dellas, e non ellas del. É aun antiguamente, moſstrauan alos Reyes tirar de arco, e de balleſsta, e de ſsu bir ayna en cauallo, e ſsaber nadar, e de to das las otras coſsas que tocaſsſsen a ligereza, e a valentia. E eſsto fazian, por dos razones. La vna, porque ellos ſse ſsopieſsſsen bien ayudar dellas, quando les fueſsſse meneſster. La otra, porque los omes tomaſsſsen ende buẽ enxemplo para querer lo fazer, e vſsar. Onde ſsi el Rey aſssi como dicho auemos, non vſsaſsſse delas armas, ſsin el daño que ende le vernia porq̃ ſsus gentes deſsuſsarian dellas, por razon del, podria el miſsmo venir a tal peligro, por que perderia el cuerpo, e caeria en grand verguença.

Ley. XX. Como el Rey deue ſser mañoſso en caçar.

MAñoſso deue el rey ſser, e ſsabidor de otras coſsas, que ſse tornan en ſsabor, e en alegria, para poder mejor ſsofrir los grandes trabajos, e peſsares, quando los ouiere, ſsegund diximos enla ley ante deſsta. E para eſsto, vna delas coſsas que fallaron los ſsabios, que mas tiene pro es la caça, de qual ma nera quier que ſsea, ca ella ayuda a mucho amenguar los penſsamientos, e la ſsaña, lo que es mas meneſster, al Rey que a otro ome. E ſsin todo aqueſsto da ſsalud ca el trabajo que enella toma, ſsi es con meſsura, faze comer e dormir bien, que es la mayor coſsa dela vida del ome. E el plazer que enella recibe, es otroſsi grand alegria, como apoderarſse delas aues, e de las beſstias brauas, e fazer las, que lo obedezcan, e le ſsiruan, aduziendo las otras a ſsu mano. E porende, los antiguos tuuieron, que conuiene eſsto mucho a los Reyes, mas que a otros omes. E eſsto por tres razones. La primera, por alongar ſsu vida, e ſsu ſsalud, e acreſscentar ſsu entendimiento, e redrar de ſsi los cuydados, e los peſsares, q̃ ſson coſsas q̃ embargã mucho el ſseſso, e todos los omes de buẽ ſsentido, deuen eſsto fazer, para poder mejor venir, a acabamiento de ſsus fechos. E ſsobre eſsto dixo Caton el ſsabio, que to do ome deue alas vegadas, boluer entre ſsus cuydados, alegria e plazer. Ca la coſsa que alguna vegada non fuelga, non pue de mucho durar, La ſsegunda, porque la caça es arte, e ſsabiduria, de guerrear, e de vencer delo que deuen los reyes ſser mucho ſsabidores. La tercera, porq̃ mas abõda damẽte la pueden mãtener los reyes, que los otros omes. Pero con todo eſsto, non deuẽ y meter tanta coſsta, porq̃ men guẽ enlo que han de cumplir. Nin otro ſsi non deuen tanto vſsar della, que les embargue b los otros fechos, que han de fazer. E los Reyes que de otra guiſsa vſsaſsſsen dela caça, ſsi nõ como dicho auemos, meter ſseyen, por deſsentẽtidos, deſsamparando por ella los otros grandes fechos que ouieſsſsen de fazer. E ſsin todo eſsto, el alegria, que dende recibieſsſsen, por fuerça ſse les auria a tornar en peſsar: onde les ver nian grandes enfermedades en lugar de ſsalud. E demas, auria Dios de tomar dellas vengança, con grand derecho, por que vſsaron como non deuian, delas coſsas que el fizo eneſste mundo.

Ley. XXI. De que alegria deue el Rey vſsar alas vegadas para tomar conorte enlos peſsares e enlas cuytas.

ALegrias y ha otras ſsin las que diximos enlas leyes ante deſsta, que fueron falladas, para tomar ome conorte enlos cuydados, e enlos peſsares, quando los ouieſsſse. E eſstas ſson oyr cantares, e ſsones, de eſstrumẽtos, e jugar axedrez, o tablas, o otros juegos ſsemejantes deſstos. E eſsſso miſsmo dezimos de las eſstorias, e delos romances, e delos otros libros, q̃ fablã de aq̃llas coſsas, de que los omes reciben alegria, e | plazer. E maguer q̃ cada vna deſstas fueſsſse fallada para bien, con todo eſsſso, non deue ome dellas vſsar, ſsi non enel tiempo q̃ cõuiene, e de manera que aya pro, e nõ daño. E mas conuiene eſsto a los Reyes, q̃ alos otros omes. ca ellos deuen fazer las coſsas muy ordenadamente e con razon. E ſsobre eſsto dixo el Rey Salomon, que tiempos ſseñalados ſson ſsobre cada coſsa, q̃ conuiene a aquella e non a otra: aſssi como cantar alas bodas, e llantear alos duelos. Ca los cantares a nõ fueron fechos ſsi non por alegria, de manera que reſsciban dellos plazer, e pierdã los cuydados. Onde quien vſsaſsſse dellos ademas, ſsacaria el alegria de ſsu lugar, e tornarla ya, en manera de locura. E eſsſso miſsmo dezimos de los ſsones e de los inſstrumentos. mas delos otros juegos que de ſsuſso moſstramos: non deuen dellos vſsar, ſsi non para poder perder cuydado, e reſscebir dellos alegria, e non para cobdicia de ganar por ellos. Ca la ganancia q̃ ende viene, nõ puede ſser grande, nin muy pro uechoſsa. E quien de otra guiſsa vſsaſsſse dellos, reſscebiria ende grãdes peſsares, en logar de plazeres, e tornarſse ya, como en manera de tafureria, que es coſsa de que vienen muchos daños, b e muchos males, e peſsa mucho a dios, e a los omes, por que es contra toda bondad. E porende el Rey, que non ſsopieſsſse deſstas coſsas biẽ vſsar, ſsegund de ſsuſso diximos, ſsin el peca do, e la mal eſstança, que le ende vernia, ſse guirle ya, a vn dello gran daño, que enui leſsceria ſsu fecho, dexando las coſsas. mayores y buenas por las viles.
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