VSar deue el Rey cotidianamente, dos co
ſsas para
ſser te nido por de buenas co
ſstũbres. La primera que aya en
ſsi
ſsufrencia.
f La
ſsegunda que aya atempramiẽto e me
ſsura en la cobdicia.
g E como quier, que en las leyes ante de
ſsta tanximos alguna co
ſsa dellas queremos lo agora mo
ſstrar, mas cumplidamente e departir cada vna qual es e en que gui
ſsa deue el Rey dellas v
ſsar. Onde dezimos que
ſsaña e yra e mal querencia
ſson tres co
ſsas que como quier que |
ſsemeja a los omes que es toda vna co
ſsa non es a
ſssi ante y ha grand departimiento. Ca
ſsaña
ſsegũd mo
ſstro Ari
ſstoteles,
a e los otros
ſsabios tãto quiere dezir: como encendimiento de
ſsangre que
ſse leuanta a
ſso ora: acerca del coraçõ:
b del ome, por co
ſsas que vee, o oye: quel aborre
ſsce: o le pe
ſsa: pero e
ſsta pa
ſsſsa ayna. E yra, es mala voluntad, que na
ſsce todas las mas vegadas de la
ſsaña, que ome ha, quando non puede, luego obrar della. E porende,
ſse le arrayga, en el coraçon remembrando
ſse de los pe
ſsares que le fizieron, o le dixeron auiendo los
ſsiempre, por nueuos. E mal querencia es aquella, que dura para
ſsiempre, e faze
ſsſse
ſseñaladamente de la yra emueje
ſscida, que
ſse torna como en enemi
ſstad, e a e
ſsta llaman en latin, odium.
c E porque de
ſstas tres co
ſsas: na
ſscen muy grandes males, en el mundo, quãdo los omes
ſse aco
ſstumbrã: a v
ſsar dellas como non deuen: e porende los reyes
ſse deuen mucho guardar: q̃ non yerrẽ v
ſsando de llas, cotidianamente, en logar, de buenas co
ſstũbres. E
ſsobre e
ſsto dixo, vn cauallero, q̃ auia nome Valerio,
d q̃ fue muy
ſsabio: q̃ la
ſsaña, e la yra: e la mal querencia,
ſson tres co
ſsas, q̃ tormentan
e mucho los coraçones de los omes: en que
ſse apoderan de manera, que por la grand cobdicia, que han de complir,
ſsus voluntades, contra aquellos, que quieren mal, biuen
ſsiempre, en trabajo, e en pe
ſsar a
ſsechando tiempo, para les fazer mal, e cuydãdo en ello, fazen lo a
ſssi mi
ſsmos,
f ante q̃ lo puedan fazer, a los otros. E porende los Reyes
ſse deuen de
ſsto guardar: mas que otros omes, porque
ſson pue
ſstos en lugar de Dios, para complir la ju
ſsticia, E e
ſsto, non podriã fazer, acabadamente,
ſside
ſstas tres co
ſsas: non
ſse guarda
ſsſsen, e non podrian ellos
ſser guardados de errar en e
ſsto mucho contra Dios, nin de caer en el daño quede
ſstas tres co
ſsas na
ſsce.