NAtural razon es, q̃ el ome non puede amar ninguna co
ſsa cõplidamẽte
ſsi la non teme,
h e
ſste temor es ẽ dos |
maneras. La vna que non faga porque la pierda. La otra porque non le venga mal della. E
ſsi e
ſste temor han los omes de las co
ſsas temporales,
a mucho mas lo deuen auer de dios, e mayormente los reyes, q̃
ſson
ſsu co
ſsa quita. E e
ſstos lo deuen temer, de non fazer co
ſsa, por que pierdã el
ſsu amor
b e
ſsu merced. E otro
ſsi por q̃ non
ſseaya de en
ſsañar contra ellos: de ma nera que aya de tomar vengança.
c E el que de
ſsta manera lotemiere, cono
ſscer lo ha, eamar lo ha verda deramente. Ca non abõda al Rey de cono
ſscer tan
ſsolamente e de amar a dios mas ha mene
ſster q̃ de
ſspues q̃ lo cono
ſsciere, e lo amare que le tema: lo vno por que es podero
ſso, e lo al por que es iu
ſsticiero, e de mas por que es tenudo de dar cuenta a el en e
ſste mundo e en el otro, porque tiene
ſsu lugar en la tierra. E a vn
ſsin todo e
ſsto es muy grand derecho, que como elquiere quel teman los
ſsuyos a
ſssi tema el a dios. E que ellos a
ſssi lo deuen fazer, mo
ſstrolo el Rey Dauid en el p
ſsalterio:
dquando dixo q̃ comiẽço de todo
ſsaber es temer a dios, e tanto tuuo que era bien que aũ dixo en otro lugar,
e temed a dios los
ſsan tos, ca no falle
ſsce ninguna co
ſsa a los que le temen. E e
ſsta palabra cae mucho a los Reves por el
ſsanto lugar que tienen, para fazer ju
ſsticia, e piedad,
f e q̃
ſse
ſso
ſstenga la verdad entre los omes: ca todas e
ſstas co
ſsas
ſson muy
ſsantas, e que ama mucho dios, e quando los reyes a
ſssi lo temieren non les falle
ſscera ninguna co
ſsa para cũplir todo el bien que qui
ſsierẽ fazer. E de mas nue
ſstro Señor Ie
ſsu Chri
ſsto dixo, fablando en el poder de dios q̃ non deue ome temer
g tan
ſsolamẽte a los que matan los cuerpos de los omes, mas aũ aq̃l que ha poder de matar el cuerpo, e el alma en el fuego del infierno. E a vn ya otra razon porquel deuen temer mucho: ca pues q̃todas las volũtades delos omes e
ſstan en poder de Dios, mayormente lo
ſson las de los Reyes por los grandes fechos que hã de fazer. E de
ſsto dixo el Rey Salomon que los coraçones de los Reyes
h ſson en mano de Dios, e el los torna aqual parte quiere. Onde por e
ſsto
ſse mue
ſstra que nue
ſstro Señor ha gran poder en ellos, pues que en e
ſste mundo les muda las voluntades, e en el otro les da pena
ſsegund que tiene por bien. E porẽde conuiene en todas gui
ſsas que los Reyes teman a Dios, ca
ſsi le non temieren, non le cono
ſscerian ni le aurian amor verdadero, e non amandole, non le temeriã nin
ſsabrian guardar
ſse de fazerle pe
ſsar, e de
ſsta gui
ſsa errarian en todas las maneras que de
ſsu
ſso diximos en quel
ſson tenudos, e la pena q̃ les daria
ſseria mayor que de otros omes, e caloñar gelo ya en e
ſste mundo, e en el otro como a
ſsieruos que non cono
ſscen el bien que han del Señor, nin
ſsaben amarlo por la merced que les faze, nil temen por la grand ju
ſsticia: e pode: que en el ha.