Titulo. II. Qual deue el Rey ſser, en conoſscer e amar, e temer a Dios.

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COnoſscimiento verdadero de Dios es la primera coſsa que por derecho deue auer toda criatura, que ha entendimiento. E como quier, que eſsto perteneſsce mucho a los omes por que hã razon, e entẽdimiento entre todos ellos, mayormen te lo deuen auer los Emperadores e los Reyes, e los otros grandes Señores, que han a mãtener las tierras, e gouernar las gentes con entendimiento de razon: e con derecho de juſsticia. E porque eſsſsas coſsas, no podrian ellos auer ſsin Dios cõ uiene q̃ le conoſscan: e conoſsciẽdo le, q̃l amen, e amando le, que le temã e q̃ le ſsepan ſseruir e loar. E porende, pues que en el titulo ante deſste fablamos de los emperadores, e de los reyes, e de los grandes Señores, e por que ſson aſsſsi llamados e porque conuino que fueſsſsen: queremos aqui dezir: como deue el Rey conoſscer a Dios. E porque razones. E otroſsi como le deue amar e temer, ſseruir e loar. E en cada vna de las leyes deſste titulo diremos el pro que yaze en eſsto quando bien lo fiziere. E otroſsi el daño quan do non lo fizieſsſse aſssi.

Ley I. Como el Rey deue conoſscer a Dios, e porque razones.

SEſso de ome nõ puede conoſscer, que coſsa es Dios cõ plidamente c ſsegund natura: pero el mayor conoſscimiento que del puede auer es veyendo las ſsus marauilloſsas obras, d que fizo e faze cada dia: ca por aquello pueden entender que el es comienço, e medio, e fin de todas las coſsas e en quien ellas ſse encierran, e el las mantiene, a cada vna en aquel eſstado, en q̃ las ordeno, e todas hã meneſster del, e el non dellas, E el puede mudar todas las coſsas, cada ora q̃ quiera ſsegund ſsu voluntad e eſsto non puede auenir en el que ſse mude nin que ſse cam bie en ninguna manera. E aũ deue el rey conoſscer a Dios por creencia ſsegũd mãda la fe catholica de ſsanta Egleſsia aſssi como ſse mueſstra en la primera partida deſste libro. Ca ſsi deſstas maneras non le conoſsciere, non ſsabra conoſscer aſssi miſsmo ni el nome, q̃ ha, nin el lugar q̃ tiene para fazer juſsticia e derecho.

Ley. II. Como el Rey deue ſseruir e loar a Dios.

BVeno non podria ſser el rey ſsegund cõuiene, ſsi nõ ama ſse a Dios a ſsobre todas las coſsas del mũdo, e ſseñalada mẽte por la grãd bõdad que es en el. Ca el ha en ſsi cõplida franqueza, b e meſsura, e piedad, e tan grande es la ſsu grãdeza, q̃ el da atodas las coſsas, aq̃llo q̃ les es meneſster a cada vna ſsegund le cõuiene. E por eſsto dixo nueſstro Señor Ieſsu Chriſsto, q̈ tan grãde es la franq̃za de Dios, q̃ el faze naſscer el ſsol c ſsobre los buenos e los malos, e llueue ſsobre los juſstos, e los pecado res. Emeſsurado es otroſsi, ca todos los ſsus fechos, faze ordenadamente, e con razon aſssi que nõ ha enellos ſsobejania nin mẽgua. E deſsto dixo el Rey Salomõ, q̈ la bõ dad de Dios puſso todas las coſsas, ſso cierto numero, e peſso, e mẽſsura. d Epiadoſso e es tãto, q̃ por laſsu bõdad, fizo todo elmũ do cõ todas las coſsas q̃ en el ſson, e las mã tiene ſsegũd cõuiene a cada vna, porq̃ nõ perezcã nin ſse pierdã. E demas deſsto nõ quiere caloñar alos omes, los yerros que fazen ſsegũd el podria e ellos merecẽ ante los perdona, ſsolo q̃ ſse tornẽ ael arrepin tiendo ſse de coraçõ: Ca nõ podriã ſserlos pecados tãtos dellos, q̃ ſsiẽpre mayor nõ ſsea la ſsu merced, e la ſsu piedad como el miſsmo dixo a Moyſsen quãdo lo embio al Rey Pharaon, e mãdo le dezir q̃ le de xaſsſse al pueblo de Iſsrael yr al deſsierto a fazer ſsacrificio, e dixole Moyſsen, que ſsi le pregũtaſsſse qual Dios era el que mãdaua eſsto, que como le reſsponderia, e el le mã do, que dixeſsſse, que era aquel Dios que demandaua los yerros, que fazian los ho mes contra el faſsta tercera generacion, e les perdonaua ſsin fin. E amar le deuen, ſsin todo eſsto los Reyes por los grandes bienes que del reſsciben, aſssi como en la muy grãd honrra que les faze, queriẽdo que ſsean llamados Reyes, que es el ſsu no me, e otro ſsi, por el lugar que les da para fazer juſsticia, que es ſseñaladamẽte del ſsu poder, e otro ſsi: el pueblo que les da a mãtener, que es obra conoſscida deſsu pie dad. Onde el Rey q̃ conoſsce a Dios verdaderamente e le ama por la grand bon dad q̃ en el es e teme le ſsegund el ſsu grã poder, es cumplidamente Chriſstiano: ca por la conoſscencia aura a creerle e fiar ſse en el. E amandolo trabajar ſse ha: ſsiẽpre de fazerle plazer, e temiendo le ſse guarda ra de fazer le peſsar: nin coſsa por quel aya de perder. E al que eſsto fiziere, fazer le ha porende, nueſstro Señor dios en eſste mũ do, quel conoſscã los ſsuyos, f e le amaran e le temeran con derecho, e deſssi dar le ha, el parayſso en el otro ſsiglo. que es cũplido biẽ e acabada honrra, ſsobre todas las otras, q̃ ſser puedan. E aquel q̃ por ſsus malos pecados, aſssi nõ lo fiziere, darleha dios, el cõtrario deſsto e ſseria ſsu pena mayor g q̃ de otro ome: ſsegũd le moſstro: el grand amor en dar le honrra e poder.

Ley. III. Qual deue el Rey ſser en ſsi miſsmo e primeramente en ſsus penſsamientos.

NAtural razon es, q̃ el ome non puede amar ninguna coſsa cõplidamẽte ſsi la non teme, h eſste temor es ẽ dos | maneras. La vna que non faga porque la pierda. La otra porque non le venga mal della. E ſsi eſste temor han los omes de las coſsas temporales, a mucho mas lo deuen auer de dios, e mayormente los reyes, q̃ ſson ſsu coſsa quita. E eſstos lo deuen temer, de non fazer coſsa, por que pierdã el ſsu amor b e ſsu merced. E otroſsi por q̃ non ſseaya de enſsañar contra ellos: de ma nera que aya de tomar vengança. c E el que deſsta manera lotemiere, conoſscer lo ha, eamar lo ha verda deramente. Ca non abõda al Rey de conoſscer tan ſsolamente e de amar a dios mas ha meneſster q̃ deſspues q̃ lo conoſsciere, e lo amare que le tema: lo vno por que es poderoſso, e lo al por que es iuſsticiero, e de mas por que es tenudo de dar cuenta a el en eſste mundo e en el otro, porque tiene ſsu lugar en la tierra. E a vn ſsin todo eſsto es muy grand derecho, que como elquiere quel teman los ſsuyos aſssi tema el a dios. E que ellos aſssi lo deuen fazer, moſstrolo el Rey Dauid en el pſsalterio: dquando dixo q̃ comiẽço de todo ſsaber es temer a dios, e tanto tuuo que era bien que aũ dixo en otro lugar, e temed a dios los ſsan tos, ca no falleſsce ninguna coſsa a los que le temen. E eſsta palabra cae mucho a los Reves por el ſsanto lugar que tienen, para fazer juſsticia, e piedad, f e q̃ ſse ſsoſstenga la verdad entre los omes: ca todas eſstas coſsas ſson muy ſsantas, e que ama mucho dios, e quando los reyes aſssi lo temieren non les falleſscera ninguna coſsa para cũplir todo el bien que quiſsierẽ fazer. E de mas nueſstro Señor Ieſsu Chriſsto dixo, fablando en el poder de dios q̃ non deue ome temer g tan ſsolamẽte a los que matan los cuerpos de los omes, mas aũ aq̃l que ha poder de matar el cuerpo, e el alma en el fuego del infierno. E a vn ya otra razon porquel deuen temer mucho: ca pues q̃todas las volũtades delos omes eſstan en poder de Dios, mayormente lo ſson las de los Reyes por los grandes fechos que hã de fazer. E deſsto dixo el Rey Salomon que los coraçones de los Reyes h ſson en mano de Dios, e el los torna aqual parte quiere. Onde por eſsto ſse mueſstra que nueſstro Señor ha gran poder en ellos, pues que en eſste mundo les muda las voluntades, e en el otro les da pena ſsegund que tiene por bien. E porẽde conuiene en todas guiſsas que los Reyes teman a Dios, ca ſsi le non temieren, non le conoſscerian ni le aurian amor verdadero, e non amandole, non le temeriã nin ſsabrian guardar ſse de fazerle peſsar, e deſsta guiſsa errarian en todas las maneras que de ſsuſso diximos en quel ſson tenudos, e la pena q̃ les daria ſseria mayor que de otros omes, e caloñar gelo ya en eſste mundo, e en el otro como a ſsieruos que non conoſscen el bien que han del Señor, nin ſsaben amarlo por la merced que les faze, nil temen por la grand juſsticia: e pode: que en el ha.

Ley. IIII. Como el Rey deue ſseruir e loar a Dios.

SEruir e loar deuen todos los omes a Dios, e mayormente los Reyes, aſssi como fechura al ſsu fazedor. E ſseruirle deuen los Reyes en dos maneras. La primera en mãtener lafe, i e los ſsus mãda mientos apremiando a los enemigos della, e honrrando e guardando las egleſsias, k e los ſsus derechos, e los ſsus ſseruido res dellas. La ſsegunda, guardando, e man teniendo los pueblos e las gentes de q̃ Dios le fizo Señor, para dar acada vno juſsticia e derecho en ſsu lugar, E loar deuen el ſsu ſsanto nome por el grand bien [l], e la grand honrra que del recibieron, ca ſsegund dixeron los ſsabios: e los ſsantos: los que mayores grandezas, e mayores dones reciben de nueſstro Señor, mas le ſson tenudos m de ſseruir e loar q̃ los otros. E deuen le fazer eſste loor con las | voluntades e con las palabras en todo tiempo, quier les vengan las coſsas enderezadamente, como ellos quieren o de otra manera. E faziendo aſssi mueſstran ſse por conoſscientes del bien e dela gracia que de Dios reciben: e toman dellos las otras gentes, buen exemplo. E demas a endereça Dios las voluntades, delos de ſsu ſseñorio, para ſseruir los lealmente e para loar a ellos, eplazer les cõ el bien que fazen. E ſsobre todo da le Dios buẽ gualardon porende enel otro ſsiglo por ello. E quando aſssi non lo fizieſsſsen, auenir les ya el contrario deſsto, tan bien en eſste ſsigio como enel otro.
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