I no es menos frequente, dañoso, i prohibido el excesso que suelen cometer en no llevar lleno, i
efectivo el numero de los soldados artilleros, i marineros, haziendolos (como dizen) de faldiquera,
ò dexarlos ir, i que dar en las Indias porque se lo pagan, ò por otros respetos. I el no lo aver examinado quando los reciben, i alistan, como debieran, para ver si son
tales quales
cōviene
conviene
. Cosas todas
tan repugnantes como es notorio
à la militar disciplina, i à lo que
les mandan sus instrucciones, i tan
prohibidas por una expressa ley
del Emperador Iustiniano, i otra
de nuestras siete Partidas, i por el
consiguiente castigadas en todos
tiempos con
macha
mucha
severidad, como consta del exemplo del Consul Lucio Posthumio, i otros que
refieren Pedro Herodio, Bellino,
i Tiberio Deciano.
I es bien notable el que leemos en la Cronica
del Señor Rey don Alonso el Onzeno,
donde agravando la culpa
de Vasco Perez Alcaide de Gibraltar, en aver entregado aquella fortaleza à los Moros, dize,
que procedio de esta codicia de usurpar assi los sueldos, i raciones
de los soldados, que estaba obligado à tener, i mantener.