Pero aunque esto que he dicho de las Residencias, i visitas
puede ser bastante, i comun à todos juezes i Magistrados, todavia
en los de las Indias es conveniente que apuntemos algo en particu
lar. I sea lo primero advertir à los
que fueren nombrados para tomarlas, que los Magistrados, especialmente perpetuos, i de tan
grandes puestos i cargos, tienen
por si la
presumpciō
presumpcion
, de que usan,
i han usado, como deben, de ellos,
segun Menochio, i otros muchos
Autores.
I assi no deben dar facilmente credito, ni admitir por
infalibles todas las querellas, cartas, i memoriales que contra ellos
se les dieren, embiaren, ò presentaren en provincias tan remotas
como estas de las Indias, i tan llenas de hombres facinorosos, i de
mala conciencia. Porque como lo
enseñan gravemente unas leyes,
quien esto haze se pone à riesgo de
lastimar la inocencia. I segun dize
Boerio,
la ultima desventura
q̃
que
le puede venir à un hombre es, ser
tan desdichado, i miserable,
q̃
que
por
el mesmo caso que se diga del alguna maldad, se crea que es cierta,
i que merece la pena della.