Documentos todos, que con
graves, i elegantes palabras les
dexò advertidos el Padre Ioseph
de Acosta,
añadiendo, que no
pueden hazer milagros mas ilustres, ni que mas obren que estos; i
que siguiendo el consejo de S. Agustin, lo obren, i perficionen todo, mas con amonestaciones, que
con amenaças, i ayudando, mas
q̃
que
mandando. Sin embargo, que como el mesmo Autor dize en otro
capitulo,
tāpoco
tampoco
se han de mostrar tan austeros, que dexen de recebir algo, de los que se lo dieren de buena gana; porque el rehusarlo, les podria dar sospecha
de que no los amaban, i ellos lo
podran despues repartir à los pobres necessitados, cumpliendo
tā
biẽ
tambien
en esto otro precepto de Christo Señor nuestro por S. Mateo,
en que dize, que en qualquier casa en que entraren, echen ben|
diciones de paz, i coman, i beban
lo que benignamente les ofrecieren. Pero no desuerte, que parezca que Evangelizan para comer, sino que comen para Evangelizar, segun otro grave documento, que San Agustin les dà, explicando un lugar de San Pablo, à
que aluden otros de Clemente Alexandrino, i San Gregorio, que
pondera el Padre Iuan Buseo en
su Viridario.