Lo segvndo, en las mesmas
cedulas se declara, i decide, que
los Religiosos que assi se propusieren i presentaren para estas dotrinas, ayan de ser, i sean examinados, i aprobados por los Ordinarios, lo qual tambien reusan i contradizen los Regulares, por dezir, ser sumamente contrario, i repugnante à sus institutos, i privilegios,
dādo
dando
varias respuestas, i evasiones al Texto del santo Concilio Tridentino,
en quanto prueba, que este examen compete à los
Obispos. Porque dizen se ha de entender, no quando los mesmos Regulares administran por sus personas semejantes Curatos, sino quan|
do los sirven por otros Clerigos, i
Capellanes seculares, i que estos
son los que alli se remiten al examen, i jurisdicion de los Obispos,
como lo tienen resuelto algunas
declaraciones de la sagrada Congregacion de Cardenales, que refieren Farinacio, i Barbosa,