I del mesmo parecer fue Iulio
Claro,
hablando de las delos feudos, amonestando à los Emperadores, i Principes que los suelen conceder,
q̃
que
se abstengan de ellas quanto
pudierẽ
pudieren
, por las razones
q̃
que
llevo
dichas, las quales obligaron tambien à los Dotores Placentinos,
à no quererlas admitir en los mesmos feudos, sin consentimiento expresso del posseedor, apar|
tandose en esto de los Mediolanenses, i Cremonenses, que sentian, i
praticaban lo contrario, como se
podrà ver en lo mucho que de este
punto juntan Rosental, i otros à
quien èl se refiere.