Pero lo que hasta aqui se ha dicho, no impide, que pueda el Virrey, ò Governador, promoter à algun benemerito en comun, que le
premiarà i acomodarà enlas ocasiones que se fueren ofreciendo en alguna Encomienda, porque esto no
tiene fuerça de expectativa, sino de
una simple palabra ò promessa de
vsar de su oficio, la qual estarà obligado à cumplir lo mas presto
que pueda sin daño de otros, i assi aun en los beneficios se permite, como expressamente se halla
decidido por el Concilio Lateranense, i alli lo notan bien los
Dotores.