Como Christiana, i compuestamente, i guardandoles el respeto i decoro debido, està obligado à hazerlo qualquier Senador,
Magistrado, i Ministro, que por
ellos fuere llamado à semejantes
juntas, i Acuerdos, sin recelo de
su opression, ò indignacion, i aunque sepa, que no ha de obtener,
ni prevalecer su voto i sentencia,
sino que por ventura se ha de quedar solo, i singular en ella. Porque al que vota, no le toca mirar
lo que ha de salir resuelto por
mayor parte, sino lo que el en
Dios i en su consciencia, i prudencia debe votar i aconsejar, informado de buena, i desapassionada razon su dictamen, como elegantissimamente lo dexò ense
ñado Ciceron en una de sus Philipicas,
i lo disputa, i resuelve
bien el Cardenal Gabriel Paleoto.