Esta enseñ
ò bien Zenocaro,
diziendo,
que los Principes, i
Magistrados han de ser como el
Sol, que se comudica igualmente à pobres, i ricos, i no han de
mirar las personas, sino las causas,
administrando à todos justicia, i
gracia con igualdad. I aun mejor
Philon,
advirtiendo à los juezes, que las estudien i examinen
bien antes de llegar à juzgarlas, apartando de si totalmente el respeto de las personas, amistades, i
enemistades, i considerando sola la
sustancia i naturaleza dellas desnuda i sincera, para no seguir en su
determinacion opiniones, ni antojos, sino verdades. Porque de otra suerte serà Forçoso, que tropiezen i caigan miserablemente, como los ciegos, que ni llevan bordon, ni quien los adiestre.