Lo otro, porque siendo tan vulgares las que avia para esta prohibicion, i que pecaban
mortalmẽ
te
mortalmente
los Prelados que las contravenian, i quedaban privados de conferir ordenes en lo de adelante, como lo dispone el mesmo derecho
Canonico,
no es de creer, que
tantos i tan graves i doctos Prelados las avian de ignorar, ò menospreciar en tan grave perjuizio
de sus conciencias, segun lo que en
otro caso como este dize don Francisco Sarmiento.
Pues antes los
actos celebrados por doctos i graves varones, aunque à primera vista parezcan injustos, debemos presumir que son justos, licitos, i honestos, por su calidad, i autoridad,
hasta que dellos seamos mejor, i
mas plenamente informados.