I exercitandose entre Infieles, en una mesma profession, i
tan santa como la predicacion,
i propagacion del Evangelio,
no puede ser muy conveniente,
que muestren entresi divisiones,
ni professiones diferentes,
porque antes el querer introducirlas, ò descubrirlas, es lo que
mas la impide, i atrassa, i se tiene por sugestion del Demonio,
|
como lo enseña el Apostol San
Pablo, sintiendo, que aun los que
en su tiempo se convertian, unos
se llamassen de Paulo, otros de
Apolo, otros de Cephas, como si
fueran suyos, i no de Christo, los
que por cada uno se bautizaban.
En exposicion del qual lugar dizen muchas cosas los Santos Padres, i otros Autores,
de la gran
conformidad que se requiere en el
habito, costumbres, i Catecismo
de los Predicadores, i no lo olvidò el Concilio Limense Segundo,
que en uno de sus Canones dize:
Que guarden todos conformidad en
la dotrina, i en el modo de enseñar
à los Indios, i para esto se procure
q̃
que
aya un Catecismo hecho, i aprobado
cō
con
autoridad del Obispo, por el qual
dotrinen todos, i el que no lo hiziere
sea penado.