Pero los demas Regulares defendian sus partes, con el general precepto que tengo dicho, i con un Texto expresso,
en que el Pontifice Clemente III. dexò decidido, i concedido por autoridad Apostolica, que qualesquier Religiosos, ò Clerigos, sin que nadie les pusiesse contradicion, pudiessen ocuparse en anunciar à los Gentiles la verdad Catolica, con sola la licencia de sus Prelados.
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