I en nuestros terminos lo dixo
maravillosa,
aũque
aunque
satiricamente,
Iuan Echio, de quien lo tomò Espenceo.
Notando à los Prelados
de nuestro tiempo, que truecan el
orden del de los Apostoles, i teniendo las cosas espirituales por
mas pesadas de lo que
sufrẽ
sufren
, ò
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rẽ
qui
eren
sufrir sus ombros, se
valẽ
valen
de sufraganeos,
q̃
que
hagā
hagan
por ellos lo
Pō
tisical
Pontifical
, de oficiales para lo judicial
de Penitenciatios para oir, i absolver los pecadores, i para predicar
de Frayles ò Monges, i assi de otros para otras cosas espirituales.
Pero en tocandoles en las de sus
rentas i haziendas temporales, ora
sea para defenderlas, ora para cobrarlas, luego dizen que esto solo
toca i està reservado al señor Obispo. I concluyen, que con esto ponen en peligro su salvacion, si ya
no es que tambien la pongan en cabeça ò persona de sus Vicarios.
Porque como lo dize bien Belarmino,
trayendo otras cosas à este proposito, nunca salen bien las
que se hazen con ojos agenos; i
en igual culpa caerà el Prelado,
que dexa que por otros se desuellen sus ovejas, que si èl por si
mesmo las desollasse. I assi el Apostol San Pablo
se preciaba de
no aver pecado en esto, por si, ni
por los que en su nombre embio à
Evangeliçar: i el Blesense,
no llama oficiales à los malos i codiciosos Vicarios de los Obispos, sino
Offici perdas, i sanguisuelas suyas, i
dize con agudeza, que no tomaron
este vocablo de oficiales, del nombre Latino oficio, sino del verbo,
que significa dañar.