AViendo dicho lo que ha
parecido convenir cerca de
la Autoridad,
i potestad de
los Arçobispos, i Obispos de las Indias, parece necessario dezir aora algo de la de sus Vicarios, i Visitadores. I en las mas
cosas convienen con los de Espa
ña, i de otras provincias, i assi se
debẽ
deben
medir por las reglas del derecho comun, i de ellas; de que ay
tantos titulos i tratados,
i especialmente el de Iacobo Sbrozio,
donde ponen la division entre los
Vicariosgenerales, i particulares,
i foraneos, i que aquel solo se podrà llamar general, que generalmente fuere diputado para todas
las causas espirituales, i temporales. I que assi nombrado, tiene la
mesma jurisdicion ordinaria, i no
delegada, que el que le nombra, i
constituye un proprio Tribunal.
Lo qual obra, que no se pueda apelar de los Vicarios à sus Obispos,
por juzgarse por una mesma persona, i que es legitima causa de recusar al Vicario, el tener por sospechoso al Obispo, i que recusado
el Obispo, lo queda tambien su Vicario.
Aunque no por esso se pueda negar, que ya que no por apelacion, ay por otras vias recurso de
los Vicarios à sus Obispos, como
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el de la recusacion, nulidad, i restitucion, reservacion, i avocacion,
porque por mucha autoridad que
les den,
siẽpre
siempre
es mayor la que en
ellos queda, i assi puede prohibir
que no procedan sus delegados, i
moderar las penas que por ellos
se huvieren puesto.