Pero
mirādo
mirando
el tiempo que oy
corre, i el estado que en èl han
llegado à tener los Indios, i sus
Encomiendas, pues por su gran diminucion las mas aun no bastan para dar honesto sustento à los Encomenderos: I considerando tambien, que las mas dellas, i las mejores se hallan dadas à Señores, i
Señoras de España, i à otros que
ni residen, ni han de residir en las
Indias, ni tienen meritos, ni servicios algunos concernientes à las
Conquistas dellas, como ya lo
apũ
tè
apuntè
en otro capitulo.
I que otras
han pertenecido à mugeres por
succession de sus maridos, i por el
contrario, i paran oy en personas,
que assimesmo no
tienẽ
tienen
servicios,
i que muchas se han alcançado, de
los que tienen poder para repartirlas, con fraudes, i subrepciones,
por no dezir por otros medios
mas indecentes. No me atreveria
ya ni à apartarme de la forma antigua, ni à aconsejar la perpetuidad
de las Encomiendas en todo, ni en
parte. Porque veo que han cessado casi todas las causas i razones
que se han considerado para persuadirla, i introducirla, i que son
muy dudosos, i inciertos los efetos, i utilidades, que para lo de adelante nos podriamos prometer
de esta nueva introduccion, i que
por ventura en lugar de conseguir
los, nos expondriamos à mayor es
daños, i trabajos, como lo dexo apuntado.