Porqve en primer lugar, siempre se ha tenido por arduo i dificultoso, querer hazer tan necessaria i precisa la liberalidad
q̃
que
nuestros Reyes començaron à usar en
dar estas Encomiendas, que la ayamos de poner en terminos de enagenacion perpetua, i irrevocable
dellas. Porque introducido esto,
no tendran casi cosa alguna en todas las Indias, en que poder remunerar, i gratificar para en adelante los benemeritos dellas, lo
qual ocasionarà, que se
entibiẽ
entibien
los
animos de los vassallos, en hazer
servicios, i empressas considerables, pues estas se alientan de ordinario con la esperança del premio,
como lo enseñan nuestros Iurisconsultos, i otros graves Autores,
i una notable ley de Partida, que dize:
Que como sin agua no
puede permanecer una huerta, tampoco sin galardones conservarse una
Republica.