I aun no embiando hijo, sino
otra persona igualmente idonea,
se deben contentar los Principes,
i los Virreyes, i Governadores
que los representan, admitiendo
las escusas que por los Encomenderos se les dieren, si echan de ver,
que de hazer lo contrario se les podrian recrecer en sus personas, ò
haziẽdas
haziendas
daños considerables. Por
que aun en los feudos legitimos, i
muy rigurosos, nos enseñan sus
Textos i Autores,
que el vassallo
no esta obligado à servir por si, ni
por sustituto, en la guerra, si quisiere pagar al señor para ayuda de los
gastos della la mitad de lo
q̃
que
el feudo le rentare en un año.