Exemplo que basta solo para
darnos à entender, quan verdadera es la sentencia del Emperador
Iustiniano,
que dize, que en dandose un principio ilicito, ò errado
se recrecen dèl muchos daños; i
que fluctuan en mar tormentoso de
inconvenientes, los que comiençan
à apartarse del camino derecho de
la razon, segun otro de Veleyo Paterculo.