I assi los mesmos Aristoteles, i
Ciceron difinen la
Ciudad, diziendo
ser una perfeta congregacion de
hombres, que esparcidos antes por
choças en selvas, ò bosques, se juntaron en uno.
Mediante lo qual vienen à conseguir los muchos i loables efectos, que de esta vida sociable i politica se consiguen, que es
sin duda mucho mejor que la solitaria, como lo enseña Santo Tomas,
explicando doctamente lo
que dixo Aristoteles,
Que el solitario, ò ha de ser bestia, ò Dios,
i se ayudan i defienden unos à otros, de
dō
de
donde
, aun estas mesmas congregaciones tomaron en Latin el nombre
de
oppida, ab ope mutua, como lo
advierten graves Autores,
juntādo
juntando
todos tantas cosas à este proposito, que me escusan de repetirlas.