I que aya sido, i sea igualmente
acepta i agradable à Dios, lo reconoce Aristoteles, Ciceron, Santo
Tomas, san Chrysostomo, i otros
muchos, assi Gentiles como Christianos,
porque mediante ella, de
este mundo, que es una como gran
ciudad, donde habitan todos los
hombres, se dividen en otras menores, los que son de naciones distintas, i alli viven à su modo, i guardan i establecen las costumbres i
leyes particulares, que juzgan por
convenientes, sin las quales, como
dize san Agustin, referido por nuestro Politico Bobadilla,
no puede estar comunidad ni compañia
alguna, aunque sea de ladrones i
salteadores.