Pero no por esto es mi intento
dezir, que dexen de buscarse, i labrarse las minas, i sus metales, que
bien se (i ya lo dexo apuntado en otro capitulo)
que los criò Dios,
para que de ellos se valiessen, i ayudassen los hombres, i mas en tiempo de tan urgentes necessidades.
Solo quiero dezir, i digo, que se labren por medios, i modos tan licitos, i suaves, que en ellos mesmos
podamos fundar, i assegurar la abundancia que se procura, i que á
los que son tales, tiene prometida el Espiritusanto en los Proverbios.