Razones todas, i daños, que
igual, ò superiormente, se hallan, i
militan en la labor de las minas, como el mesmo Acosta lo reconoce i
pondera, i antes de el Plinio,
que
parece, que miraba este punto de
que tratamos, pues confessando
por temerario el atrevimiento de
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los hombres, que en lo profundo
del mar buscan las margaritas, dize, que yà nuestra codicia nos ha
hecho peor, i mas dañosa la tierra,
con ser el elemento que se nos dio
para nuestra vivienda, por los peligros que en ella nos ocasionamos
con la labor de las minas.