Por cuyas dotrinas, siendo yo Governador, i Visitador de las minas de Azogue de Huancavelica, nunca pude conformarme, con la costũbre costumbre que alli hallè entablada, de que unos Indios trabajassen en ellas de dia, que llaman Punchaorunas, i otros de noche, que llaman Tutarunas. Porque aũque aunque se alegaba, que en aquellas concavidades siẽpre siempre | es como noche, pues no las penetra la luz del dia, i se trabaja con la de velas de sebo, juzguè, i juzgo, que no podia dexar de ser à los Indios mucho mas molesto, i da ñoso el trabajo nocturno, i que por esta via peligraban en su salud, i se les quitaba el comun privilegio, que parece, que la naturaleza concedio à todos los hombres, dandoles la noche como en compensacion del trabajo del dia, en el qual nunca se toma tan acomodadamente el sueño, descanso, i reposo, como lo advierten graves Autores.
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