I de la mesma causa procede la
costumbre, que tan introducida, i
observada vemos en toda la Christiandad, de que los prisioneros
en guerras entre Christianos, no
se hagan, ni tengan por esclavos,
ni en ellos se platiquen las leyes
del Postliminio, por juzgarse, aunque discordes entresi, en quanto à
lo humano, por soldados de un
mesmo Señor, quanto à lo divino, i que militan debaxo de una
mesma señal, que es la de la Cruz,
i que son Ciudadanos, i participantes de la celestial Ierusalen, i
por el consiguiente constituyen una mesma Republica; como despues de Bartolo, lo advierten,
siguen, i prueban infinitos Dotores.