I assi enseña un Autor grave,
que puede el Romano Pontifice,
(i aun es conveniente que lo haga)
mandar por ley, que qual quier
infiel que se convirtiere, i bautizare, sea luego libre de toda servidumbre humana. Como vemos
que yà muchas vezes se ha ordenado en favor de los que se convierten del Iudaismo, i que no sean
molestados, ni privados de sus haziendas,
aunque esto no se les
guarda tan bien como conviniera,
i por esso retardan algunos sus conversiones, de que con razon se duelen Palacios Rubios, i Pedro Surdo.