Lo qual aun es mas cierto en
la materia de que tratamos, en
que convienen todos, que aun
quando nuestros Reyes quisieran
voluntariamente dexar las Indias, i abdicar de si el derecho,
ò dominio que tienen, i exercen
en ellas, no lo pudieran hazer sin
pecado.
Pues era faltar à lo
prometido à la Iglesia, al amparo de los Indios yà convertidos,
que sin su cuidado apostatarian,
i bolverian à su idolatria, i perversas costumbres; i resultaràn otros muchos i muy graves inconvenientes, para escusa de los quales, aun les pudiera el Papa assignar Principe Christiano, que cuidara dello, quando yà no se le tuviera assignado, segun la opinion
del glorioso santo Tomas, seguida comunmente por Teologos, i
Canonistas.