Yo tambien tengo dicho algo cerca de esto en otros capitulos,
notando el descuido, que
tenemos en ello los Españoles, à
quienes en esta parte se puede aplicar lo que dize el Eclesiastes,
Que no se puede hallar mayor desventura, que ser uno dueño de
las riquezas, i averlas puesto Dios
en su mano, i no saber aprovecharse dellas, sino antes consentir, que se
las coman, i saquen los Estrangeros