I aunque, como he dicho, se
les debe caridad, socorro, i todo
buen passage à los Naufragantes,
no han faltado Naciones que los
aborrecen, i huyen su comunicacion, como de hombres que merecieron el enojo del cielo, i fueron castigados de su mano, como
de los Egipcios lo dize Plutarco,
i de los Lacedemonios,
Tartaros, i Moscovitas, el mesmo en otro lugar, i Iuan Botero, i otros Autores,
que afirmando lo mesmo de los Chinas,
dizen, que confiscan para el Rey
los bienes perdidos en el naufragio, i castigan con açotes, mutilacion de miembros, i otras crueles penas, à los que le padecieron, como à personas aborrecidas de Dios, i persuadiendose,
que el mar, como executor suyo,
les castigò con la del naufragio
por sus pecados; lo qual en alguna
manera concierne con lo que hizieron, i dixeron los marineros,
quando lanzaron à Ionas al mar.
I con lo de Seneca, i Plauto,
que
dizen, que el mar suele ser mas justo que los juizios, i como Edil
fastidioso, hazer que se arrojen las
mercaderlas, que son malas, ò de
torpe ganancia.