Pero no puedo passar en silencio
lo
q̃
que
dize de la piedra
q̃
que
llamā
llaman
,
Coco de mina,
porque la he tenido en
mis manos, la qual es como una
grā
gran
bola, i à manera de los cocos
q̃
que
llevā
llevan
las palmas, i la
engẽdra
engendra
la
tierra, ò por mejor dezir el Sol, en
algunas Provincias del Perù, de
las
q̃
que
llaman de arriba, i en estando madura, da la mesma tierra
|
un gran trueno, despues de algunos temblores, como que quiere pari la, i despide, i arroja muy
lexos de si la bola, ò el coco, que
se abre al salir en quatro, ô mas
partes, como solemos abrir las
granadas, i todas se hallan llenas de Amatistes, Topacios, cristales, i otras varias piedras preciosas, mas, ò menos perfetas,
segun llegaron à madurarse. Sienten los Indios este trueno, como
mo
ya por la experiencia conocen
su causa, i salen luego à buscar
adonde ha parado la piedra, teniendose por dichoso aquel que la
halla.