I por dezir algo de los diamantes, los quales,
aunq̃
aunque
se dan en ma
yor copia en la India Oriental, i
en la Arabia, i otras Provincias,
q̃
que
refieren Simon Mayolo, i Bernardo Cessio,
juntando mucho, despues de Plinio, i otros, de sus virtudes, i propriedades,
tābien
tambien
se
hā
han
hallado en estas
Occidẽtales
Occidentales
, de estremada perfeccion, i grandeza entre las minas de oro, i en otras partes, como se podrà ver en el libro
q̃
que
tiene por titulo, Relaciones del
Nuevo Orbe,
q̃
que
tābien
tambien
tratà de
sus Rubies, que en Griego,
porq̃
porque
imitan las brasas
encẽdidas
encendidas
, se llaman
Pyropos. I Camilo Borrelo,
refiriendo à Garcia de Huerta,
dize,
q̃
que
se hallan minas de diamantes en sus peñascos, i montañas, i
q̃
que
en la provincia de Benager es mucha su copia, i rinden
grādes
grandes
derechos à nuestro Rey, porque son, i
debẽ
deben
ser suyos, todos los
q̃
que
passan
de treinta quilates, i cada quilate
es del peso de cinco granos de trigo, aunque segun Mayolo,
pocos
se suelen hallar que sean mayores
que una avellana.