Pedro Martir de Angleria,
Gō
zalo
Gonzalo
de Oviedo, i Pedro Mexia,
cuentan otras cosas de no menor
maravilla. I el Padre Ioseph de
Acosta, testigo mayor de toda
excepciō
excepcion
, en su historia natural, i moral de las Indias,
gasta todo un
libro en encarecerlas. I dize, que
aunque nuestra gloriosa España
es, i fue, la mas abundante de todos metales, de quantas provincias se conocieron por los Antiguos, como lo descubriò la conflagracion de los Pirineos, pues
corrieron dellos arroyos de plata, de que tambien dizen mucho,
despues de Plinio, i otros Antiguos, los Padres Puente, Pineda, i Maluenda, i otros infinitos
Autores, que ya dexo citados en
otros lugares,
probando, que
por esto se dezia, que Pluton habitaba sus subterraneos, todavia
no iguala à los que se hallan en estas Indias, los quales si se pudieran labrar, i beneficiar todos, bastaran à empedrar lo restante del
mundo. Pues de solas las minas
que se han descubierto, i puesto en
labor, se saca tal copia de riquezas, que à penas se puede dezir sin
admiracion. Porque de solo el cerro de Potosi se avian sacado des
de el año de 1543. en que se descubrio, hasta el de 1585. ciento i onze millones de pesos ensayados,
que cada peso vale treze Reales, i
un quartillo. I esto contando solamente lo que se avia quintado,
porque de lo demas no podia aver
cuenta, ni noticia, aunque se dexa
bien entender que seria en mayor
cantidad.