EN otros capitulos
dexo
dicho algo de
la gran fertilidad, abundancia de todos
frutos, i riquezas casi increibles de estas nuestras Indias Occidentales, i de sus copiosas minas
de plata, i oto, i otros metales de
que provienen. Pero, porque como alli lo apuntô Adriano Turnebo
no quiere creerlas, i Iulio
Escaligero
burla dellas, atreviendose à dezir, que este Nuevo
Orbe no lleva cosa de precio, i
provecho, sino antes muchas que
han sido de daño al Antiguo. I aora de proximo, el Moderno Satyrico Iuan Barclayo,
envidiando,
como lo hazen todos estos sectarios, la gloria, i opulencia de Es
paña, nos moteja, de que cautelosa, i fraudolentamente la queremos sustentar con los grandes encarecimientos de estos Tesoros
q̃
que
se traen de las Indias, me ha parecido conveniente, que la mal fundada opinion, ò intencion de tales
Autores, se convença, i desmienta
con lo que en contrario reconocen à cada passo otros infinitos, assi nuestros, como Estrangeros,
cō
testando
contestando
todos, que por mucho
que digamos dellos, es mas lo que
cada dia vemos, i descubrimos.