I todo lo que hasta aqui he
dicho, (i otras muchas cosas que
dexo de dezir, por el estudio con
que voy de la brevedad,) pueden
aprenderlo mucho mejor los Virreyes, leyendo en su mesma nobleza, las obligaciones con que
nacieron de servir à Dios, i à su
Rey; i passando los ojos por las
instrucciones que se les entregan, quando van à estos cargos.
En las quales, por distintos, i
bien ordenados capitulos, se les
advierte lo que han de hazer, i
lo que han de escusar. I tienen
obligacion precisa de leerlos, i
de observarlos, como expressamente lo dexò dispuesto en se
mejantes Ministros el Emperador Iustiniano,
donde apunta
la forma de estas instrucciones,
i quan antiguo es el darse à los
que iban à governar las Provincias, como tambien lo muestra
Ciceron
en la que he referido,
que dio à su hermano, i Cassiodoro
Cassiod. libr. 12. form. 1
en sus Varias, i latamente Balduino en el Comento
de las Novelas,
donde añade,
que nuestro gran Iurisconsulto
Quinto Mucio Scevola governo con tanta prudencia, i entereza el Proconsulado de toda la
Asia, que de alli adelante el Senado, à los que iba embiando à
la mesma Provincia, no les daba
mas instruccion, que un decreto, en que les ordenaba, que siguiessen en todo, i por todo las
huellas, ò acciones de tan eminente varon.