Aunque no ignoro, ni niego que
en todas partes i Tribunales, suelen tener muchas vezes mucho de
de caso fortuito sus sentencias i resoluciones; porque en efeto son
hō
bres
hombres
los que las toman, como lo
reconocen muchos Textos, i Autores.
I porque segun añaden otros, siguiendo el celebre dicho de
Baldo,
nuestros pecados ocasionan, que no sepamos acertar con lo
mas conveniente, i justificado. I como lo advirtiò bien Quintiliano,
casos ay en que salen errados, i torcidos los juizios aun sin culpa ò
impericia de los que los juzgan i
resuelven; porque tal vez se
vienẽ
vienen
à juzgar por testigos falsos i corrompidos, tal se pierden por malentendidos i defendidos, por los
mesmos que los intentan, i en algu
nos daña à los reos su propria seguridad, i
confiança.