I con añadir, que en ningunas
leyes del mundo se halla este vicio mas prohibido, prevenido, i
castigado, que en las de España,
i particularmente en las que llamamos Municipales para las Indias. Porque en el capitulo 29. de
las ordenanças de las Audiencias
dellas del año de 1563. se dispone,
hablando de sus Ministros de
quiẽ
quien
tratamos,
Que no puedan recebir
cosa alguna, aunque sea de comer,
de universidad, ni de particular alguno, ni de otra persona que aya
traido pleito el año antes, ò le espere traer:
I lo mesmo sus mugeres, i
hij
os, so pena de perj
uros, i de perdimiento de su oficio, i quedar inhabil para tener otro, i bolver lo que
assi llevare con el doblo; el cumplimiento de la qual ordenança, se en
carga
apretadamẽte
apretadamente
al Virrey del
Perù, i se
estiẽde
estiende
aun à las cosas
q̃
que
llamā
llaman
esculentas, i poculentas, i a
que tampoco
puedā
puedan
pedir dineros
prestados, en otras cedulas, i instrucciones,
q̃
que
tratā
tratan
de esta mesma
prohibicion, i se hallaràn en el primer tomo de las impressas.