De donde resulta, que pues
nuestros Catholicos, i gloriosos
Reyes de España, no solo tienen,
i exercen, la general proteccion
de las Iglesias Catedrales de sus
Reinos, sino tambien el derecho
de Patronazgo de ellas, especialmente en las de las Indias, i esse,
con los muchos privilegios, i prerogativas, que dixe en el capitulo segundo, i tercero de este Libro, con razon, i con toda seguridad podremos dezir, i afirmar,
que entre las demas, tendran, i les
competerà esta de la guarda, i administracion de las vacantes, de
que vamos tratando, como expressamente se le reconoce, i concede Palacios Rubios,
aunque
Gregorio Lopez lo dexò en duda,
con poca razon, pues ay otra
ley de Partida,
cuyas palabras
tengo referidas enel capitulo passado que dize.
Que toca al Rey de
antigua costumbre de España, embiar à recabdar los bienes de la Iglesia, luego que el Dean, i Canonigos
della le avisan,
q̃
que
es finado el Obispo de algun logar, è le encomiendan
los bienes della.