Lo qual, aun se fue reforçando mas, i mas, aviendo embiado à España los Encomenderos del Perù por su Procurador à un Cavallero llamado don Antonio de Ribera, para que tratara de este punto con su Magestad, i su Real Consejo de las Indias, i ofreciesse un servicio, ò donativo de dineros muy considerable en nombre de todos, porque se les perpetuassen sus Encomiendas. Porque con esta ocasion, el dicho señor Emperador, tomò resolucion de perpetuarlas, estando en Gante, à 5. de Setiembre de 1558. i para executarlo, nombrò, i embiò al Perù con amplos poderes, al Conde de Nieva por Virrey, i al Licenciado Virviesca de Muñatones, que era de su Consejo de Indias, i à don Diego de Vargas Carvajal, i à Ortega de Melgosa, por sus assistentes, i à Domingo de Gamarra por Secretario de esta junta, i negocios tocantes à ella, los quales aun oy llaman en aquella Provincia, El Conde de Nieva, i Comissarios, i de esta su legacion, ò comission, trata plenamẽte plenamente Antonio de Herrera.
Pero al cabo se bolvieron sin hazer nada, assi por las graves dificultades que se les fueron ofreciẽ do ofreciendo en poner en execucion lo que llebavan llevaban à su cargo; como principalmente, porque los Encomenderos del Perù no acabaron de juntar, ni assegurar la gran cantidad de plata, que su procurador avia ofrecido por esta composicion, i perpetuacion.
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