Como por el contrario suele acontecer muchas vezes, que la ra
zon de alguna ley, ò disposicion,
q̃
que
es demasiadamente general, se aya
de restringir à los terminos de la
sujeta materia, porque no se
encuẽ
tre
encuentre
con los de la bien fundada jurisprudencia, i los turbe, ò destruya, de que tenemos algunos celebres Textos,
que yo aprendi en
Salamanca,
siẽdo
siendo
bien niño, de mi
Eruditissimo Maestro, digno de
perpetua veneracion i memoria,
el Doctor Gabriel Enriquez, que
fue Catedratico de Prima de Leyes de aquella Vniuersidad, i Coripheo dellas, i despues del Consejo de la Real Hazienda, donde murio con general sentimiento de todos, quando se iba disponiendo las
mayores medras, que tenia tan
bien merecidas, i esperabamos sacarà à luz los doctos trabajos que
queria dar à la estampa.