COnocido yà
lo que ha parecido perteneciente al
origẽ
origen
,
naturaleza, i
formas de conceder nuestras
Encomiendas,
passaremos aora oportunamente à
tratar de la succession de ellas, la
qual en sus principios no se conocia, ni permitia; porque como lo
dexamos dicho,
Sup. hoc libro, c. 2. & 3.
i su mesmo nombre lo manifiesta, se daban solo como en deposito, i amobiles
ad nutum del Rey, ò de los Governadores que en su nombre las
repartiā
repartian
;
ò quando mucho, duraban por solo la vida de los Depositarios, ò
Encomenderos, à quien se hazia la
gracia dellas.