Dando por razon, que en todo
ha de quedar reservado su lugar debido à la verdad, pues es la que todo lo vence, i no se muda por el
error, ò falsa asseveracion de los
que piden, ò de los que conceden.
I que si esta falta, es visto que tambien falta, i cessa la voluntad del
Principe, que despacha tales rescriptos, en los quales siempre se
presume averse movido por justa
causa, i esta llega à no serlo, luego que se verifica que fue enga
ñado.