I en terminos de las expectativas mesmas, de que vamos hablando, ay un celebre Texto, que cōfiessa confiessa lo mesmo, en el sexto de las Decretales.
I no lo olvidò el Cōcilio Concilio Tridentino,
añadiendo muy à nuestro proposito, que sobre los engaños que suelẽ suelen padecer los Principes con estas ma liciosas peticiones, i sugestiones, se los ocasionan tābien tambien las distancias de las provincias, que no permiten se tenga tan entera noticia como conviene, de las personas que las habitā habitan .
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