I es bonissimo exemplo el que
de Augusto Cesar refiere Sueto|
nio Tranquilo en su vida, à quien
daba quexas un Romano, porque
nunca le dio un oficio, que èl avia
pretendido, i pedido muchas vezes, i se le vino à dar despues, sin
pedirle, à otro, que ni le estimaba,
ni se mostraba agradecido de tal
merced. Al qual respondio el Cesar sin enojarse:
Tu eras digno de pedirle, i el otro de recebirle.