Assi lo dispone expressamente
una cedula dada en Madridà cinco de Abril del año de 1552.
en
estas palabras:
E despues de acabada la sucession, han de tornar los dichos Indios à la Corona Realluego, i
no se han de tornar à encomendar a
otro hij
o, ni hij
a del dicho primer tenedor de los dichos Indios, ni a su muger.