I no es menos à proposito el
de los Feudos, que en Alemania,
Lombardia, Napoles, i otras provincias se introduxeron, i pratican tanto, pues sabemos aver tenido la mesma causa i origen, que
las
Encomiẽdas
Encomiendas
de que tratamos,
repartiendo los Emperadores,
Reyes, i otros Señores soberanos
entre sus vassallos, las mesmas tierras, i lugares, que ellos con su valor militar les
ganarō
ganaron
;
especialmẽ
te
especialmente
las limitaneas, para
q̃
que
las guardassen, i
governassẽ
governassen
, i
sacassẽ
sacassen
dellas
honesto sustento para si, i sus descendientes, manteniendo los vassallos que se les repartian en paz
i justicia, pues los constituian por
sus patronos i defensores. I quedando juntamente obligados à reconocer el directo dominio à los
señores de quien recebian estas tierras, i de acudir à su servicio, i defensa, siempre que para ello fuessen
llamados, i haziendo en orden à todo lo referido especial juramento
que llamaban de Fidelidad, ò Homenage, como mas largamente podrà constar por lo mucho que han
escrito muchos,
de esta materia
de Feudos, i de sus nombres i dife|
rencias, que juntamente tratan, en
que otras naciones se ayan usado,
ò usen oy las mesmas, ò semejantes costumbres.