MIserables personas se reputan,
i llaman todas aquellas, de quien
naturalmẽte
naturalmente
nos
compadecemos
por su estado, calidad, ò trabajos, segun que despues de otros lo resuelve Menochio,
concluyendo, que el censurar esto, queda en arbitrio del
juez, como son tantas, i tan varias sus circunstancias. Pero qualesquier que se atiendan, i requieran, hallaremos, que concurren en
nuestros Indios, por su humilde,
servil, i rendida condicion, de la
qual dexo ya dicho tanto en los
capitulos passados, i añaden mas
à cada passo infinitos Autores.