I quando faltaran otros exemplos, nos lo pudo enseñar bastantemente el de los Romanos, grandes
i aventajados Maestros de estas
materias Politicas, sobre quantos
se han conocido en el
mũdo
mundo
; de los
quales escriben Valerio Maximo,
Cornelio Tacito, san Agustin i o
tros infinitos,
que donde quiera
que estendieron su Imperio, introduxeron luego su lengua, para hazerla juntamente con esto mas venerable, i que daban capa ò nombrè de humanidad à este favor, que
mirado à otra luz, era parte ò especie de servidumbre. Como se
echa de ver, pues ellos jamas se
dignaron de admitir, ni hablar las
de otras naciones, i aunque estimaron tanto la Griega, prohibieron
que aun en las provincias, no usassen de ella los juezes en sus decretos, sino de sola Latina, hasta que
transferido el Imperio à Constantinopla, los Emperadores Arcadio, i Honorio dieron para ello alguna licencia, por la utilidad publica, i mayor facilidad de los comercios, como se colige de muchos textos i Autores,
que de ello tratan.