I no parece, que entre Chrisstianos, dexasse esto de tener yà
de antiguo alguna prohibicion, ò
nota de indecencia, pues en las
Actas de San Sebastian,
se lee de
S. Tiburcio,
q̃
que
dixo al Presidente
|
Fabiano:
Que no creyesse, que eran
Christianos de veras, los que viesse
andar cuidadosos de la blandura, i
blancura de su cuerpo, i del asseo, i ornato de sus guedexas, amassen los barberos, ò pisassen menudo como mugeres;
porque
nũca
nunca
Christo se avia dignado de tener tales pestes por siervos
suyos.