I assi es impossible que las leyes se adapten à todas en general,
como despues de otros Dotores,
lo nota i exorna con la abundancia
que suele Andres Tiraquelo,
i el
Padre Acosta,
añade con igual
advertencia, en orden â esto, que
aunque, nuestro principal desseo,
ha de ser procurar traerles poco à
poco à vida de verdaderos, i perfetos Christianos, todavia no les avemos de querer quitar de una
vez todas las costumbres, que tenian, i usaban en su infidelidad, aun
que tengan algo de barbarismò, como no repugnen del todo à la ley
natural, i dotrina del Evangelio.